La inteligencia emocional es una habilidad de la que se habla mucho últimamente, sabemos que es importante transmitirla a los estudiantes, pero no siempre tenemos las herramientas que nos permitan trabajar este aspecto en nosotros mismos. Aunque no nos demos cuenta, las emociones juegan un papel muy importante en nuestra vida, las decisiones que tomamos, las relaciones con otras personas e incluso la relación con nosotros mismos tienen mucho que ver con lo que sentimos y sobre todo con cómo lo manejamos.
¿Qué aspectos son importantes para trabajar mejor nuestro lado emocional? ¿Cómo ejercitar nuestra inteligencia emocional?
Escucharnos a nosotros mismos
Aunque parezca algo obvio, no siempre tenemos las herramientas necesarias para identificar nuestras emociones, nombrarlas, entenderlas, descubrir qué hay detrás de ellas, Este es el primer paso para poder trabajar con ellas. Sin embargo, para muchos de nosotros el primer instinto es ocultarlas, ignorarlas o fingir que nuestros sentimientos no nos afectan de ninguna manera, por lo que no estamos acostumbrados a escuchar lo que sentimos, ni a nombrarlo siquiera.
Aprender de las emociones y especialmente aprender a escucharnos puede ser el primer paso para gestionar mejor cualquier estado de ánimo que se nos presente. ¿Cómo se siente la felicidad? ¿Cómo se siente la tristeza o la ira? ¿Qué cosas nos hacen sentir estas emociones? ¿Cómo podemos reconocer lo que sentimos? Aprender vocabulario e incluso estudiar lo que cada emoción implica puede ayudarnos a reconocerlas, no importa la edad o el momento en el que estamos, darnos el tiempo de re-descubrir estas cosas nos ayudará en nuestra vida personal y también en el aula, para transmitir nuestros conocimientos a los alumnos.
¿Cómo gestionamos esto?
En el mismo camino de la observación y el análisis es importante llegar a conocer cómo esas emociones que ya identificamos nos afectan y las acciones que llevamos a cabo en consecuencia, pues a veces cuando estamos enojados, tristes e incluso felices reaccionamos a los estímulos de nuestro ambiente y con las personas a nuestro alrededor sin darnos cuenta. Desde nuestras palabras, nuestros gestos, la actitud con la que tratamos a los demás y las decisiones que tomamos, todo está influido por nuestras emociones, por ello es que entender cómo reaccionamos, por qué y cómo nos afecta esto es tan relevante.
Obsérvate, respira, antes de actuar considera si tus acciones están orientadas por tus emociones y recuerda que la emociones no son malas, tampoco las podemos controlar, lo que sí está en nuestras manos es cómo reaccionamos a ellas. Poco a poco podemos aprender a gestionar mejor nuestra forma de tratar estos aspectos, a esperar cuando es necesario y a actuar con calma y paciencia.
¿Qué hay detrás de todo esto?
Las experiencias que hemos vivido afectan la manera en la que reaccionamos a ciertas cosas, todos tenemos situaciones a las que somos más sensibles debido a nuestro pasado, sueños que no hemos podido realizar debido a ciertos obstáculos, frustraciones y recuerdos felices que asociamos a ciertos objetos, voces, olores, sitios. Es importante también observarnos con amabilidad para encontrar cuáles son nuestros puntos más sensibles.
Así estaremos preparados para encontrarnos con reacciones emocionales en diferentes contextos y para identificarlos cuando los enfrentemos sin previo aviso. Además podremos contar con herramientas y estrategias para superar los obstáculos que enfrentamos para nuestro crecimiento personal, identificar esas cosas que nos hace difícil avanzar así como lo que nos hacen más fuertes.
Busca ayuda si es necesario
El estigma a la salud mental ha generadi la creencia de que asistir al psicólogo o buscar apoyo médico del psiquiatra es solo para casos desesperados, a los que además se asocian ideas negativas, prejuicios sociales que preferimos evitar. Sin embargo, la realidad es que la psicología y la medicina son muy importantes para nuestro bienestar, es una guía para conocer mejor de donde venimos y hacia dónde nos queremos mover, mientras que la medicina es lo que utilizamos siempre que nos sentimos mal.
¿Cómo gestionas tus emociones? ¿Crees que este aspecto es importante para el desarrollo de nuestras clases? ¡Comparte con nosotros tus pensamientos e ideas!