Tendemos a ver el juego como una actividad infantil, recreativa y exclusiva de tiempo libre, los niños pueden jugar cuando no hay otras responsabilidades que cumplir y a temprana edad, los horarios escolares, las tareas y otras actividades desplazan el juego de la vida de los niños, sin embargo jugar es en realidad más importante de lo que creemos. Es un método de aprendizaje, además de un espacio necesario para el placer y el ocio. Por medio del juego los niños se relacionan con el mundo, procesan sus ideas y sus emociones, aprenden del mundo, de la interacción y de sí mismos. Permitir el juego en todos sus contextos e incluso impulsarlo, puede ayudar a su desarrollo, además, aprovecharlo en el salón de clase puede ser una gran estrategia para promover su motivación y lograr aprendizajes más profundos.
¿Por qué incluir el juego en el aula?
Motivación intrínseca
Disfrutar la escuela y el hecho de estudiar puede ayudar a los estudiantes a descubrir la pasión por el conocimiento, incentivar su curiosidad y la satisfacción en sus actividades escolares, además de promover un espacio seguro y divertido en el cual aprender.
Desarrollo de habilidades sociales
El juego suele ser una experiencia segura en la que los alumnos pueden practicar sus habilidades sociales y reforzar sus vínculos, lo cual fortalece a la comunidad al interior del aula y ayuda a los alumnos a sentirse seguros en el espacio en el que aprenden. Además los juegos en los que deben trabajar en equipo ayudan a reforzar la cooperación y la empatía.
Resolución de problemas
A través del juego los alumnos enfrentan situaciones en las que deben resolver problemas de distinta índole, los obliga a analizar la situación, crear estrategias, comunicar sus ideas y buscar soluciones fuera de la caja.
¿Cómo podemos agregar juegos a nuestras clases?
A veces sentimos que el aprendizaje es cosa seria, una perspectiva que si bien sirve para transmitir la importancia de la escuela, a veces hace difícil integrar juegos en medio de la presión por las calificaciones. Pero en realidad, unir las asignaturas con juegos comunes es más simple de lo que parece.
Juegos de rol
Los juegos de rol nos permiten desarrollar historias complejas en las que podemos incluir la práctica de todo tipo de habilidades y conocimientos, cualquier escenario es posible, e incluir a los alumnos es muy sencillo, pues estos tienen la oportunidad de representar personajes diversos con características interesantes. Por medio del juego de rol, además, pueden practicar sus habilidades sociales en situaciones interesantes y sin estrés.
Juego en movimiento
Las actividades que involucran el cuerpo pueden ayudar a los niños a liberar energía, aumentar su capacidad de concentración, fortalecer habilidades motoras como la coordinación y el equilibrio mientras exploran conceptos como la ciencia, la física, las matemáticas, etc.
Ludificación
Incorporar elementos de los videojuegos en las dinámicas de aprendizaje es una estrategia cada vez más utilizada. Los sistemas de recompensas, niveles y desafíos ayudan a hacer que el aprendizaje sea más atractivo y dinámico.
Integrar el juego en el aula no significa restar seriedad al proceso educativo, sino hacerlo más accesible, significativo y emocionante para los estudiantes. Como docentes, podemos aprovechar el juego como un medio para conectar con nuestros alumnos, promover su desarrollo integral y lograr que el aprendizaje sea una experiencia placentera y duradera.