El General Álvaro Obregón nació en la Hacienda de Siquisava, que se localizaba en Navojoa, Sonora, el 19 de febrero de 1880. Fue un militar y político mexicano y tuvo una destacada y heroica participación en la Revolución Mexicana.

Fue Presidente de la República de 1920 a 1924 y se le reconoce como el duro militar que acabó con la violencia revolucionaria que persisitió más de 10 años. Durante la revolución se dio a conocer por su habilidad estratégica en el campo de batalla. Como presidente comenzó a institucionalizar muchas de las conquistas sociales postuladas en la Revolución, como la educación, al crear una secretaría.

Impulsó la reforma agraria expropiando latifundios y tierras ociosas que fueron repartidas entre campesinos. Además, apoyó a las organizaciones obreras como la CROM (Confederación Regional Obrera Mexicana) y la CGT (Confederación General de Trabajadores). También, se dio a la tarea de reparar y construir líneas férreas y telegráficas, disminuyó la plantilla militar; renegoció la deuda exterior y logró que se le reconociera en otros países como el Presidente de México.

Al finalizar su periodo, se retiró a Sonora hasta 1927, cuando, el mismo Plutarco Elías Calles, le informó que la Constitución se modificó para permitir su reelección. Álvaro Obregón aceptó el reto presentándose nuevamente a las elecciones del 1 de julio de 1928, en las que ganó por amplia mayoría. Obregón no llegó a gobernar, ya que en un desayuno en compañía de amigos, fue asesinado en el restaurante La Bombilla por un fanático católico llamado José de León Toral.