El aula puede presentar un sinfín de retos para estudiantes y docentes, existen muchos factores que llegan a representar un desafío particular para cada alumno, quienes experimentan la vida de manera particular. Como docentes, estar atentos a las circunstancias individuales de cada alumno no es nada fácil, pero tener en mente algunos factores que podrían indicarnos en dónde hay puntos a los que ponerles atención ayudará a facilitar esta parte.
Los problemas de visión son una de las variables más comunes que pueden afectar el desempeño de un alumno, que sin saber cómo expresar lo que le ocurre ni si es el único que lo experimenta, podría quedarse atrás en las actividades al no ser capaz de ver bien el pizarrón o incluso sus propias notas. En este caso incluso puede confundirse con un tema de conducta si el alumno no está muy atento al aula o comete errores constantes en sus actividades.
¿Qué indicativos podemos encontrar en el aula que nos ayuden a observar estos problemas?
Hablan mucho en clase
Si observamos a un alumno que constantemente pregunta a sus compañeros la información que tiene frente a él podría tratarse de alguien que experimenta problemas de visión, pero también ser confundido con un alumno que distrae a sus compañeros fácilmente o que interrumpe el trabajo individual, cuando lo que necesita es información que no puede obtener desde su lugar debido a un problema de visión. Así mismo, esto podría provocar que los alumnos se levanten de su lugar en momentos inadecuados en busca de la información que creen que observarán mejor de pie.
Aunque estas conductas pueden implicar muchas distracciones en el aula, es importante verificar con ellos cuáles son las razones detrás de sus comportamientos, aproximarnos siempre con calma y duda genuinas ayudará a los alumnos a explicarse mejor que si tienen que hacerlo bajo la presión o el enojo de los adultos a su alrededor.
Problemas de postura y motricidad
Un alumno que se acerca demasiado a sus libros o cuadernos para escribir y leer podría estar dando signos de una baja visión, esto cambia por completo la postura del cuerpo y en ocasiones los orilla a buscar acomodo para leer o trabajar por periodos largos en el día, por lo que intentan posturas que otros estudiantes encontrarían incómodas.
Estar atentos a esto también puede ayudar a prevenir otros problemas en el futuro debido a una postura extraña o demasiado tensa. Es posible incluso que un alumno que no ve bien tropiece más que sus compañeros, tenga dificultades en actividades deportivas o de coordinación, particularmente las que incluyen lanzar pelotas, recibirlas, moverse igual que otros o medir distancias.
Irritación y cansancio
Un alumno que no ve bien en el día posiblemente enfrentará problemas como dolor de cabeza, ojos irritados, cansancio generalizado hacia la mitad del día, pues ver las letras, leer y escribir implican un esfuerzo mayor para ellos que para otros estudiantes, por lo que si tenemos un alumno que después de unas horas en clase presenta dolor de cabeza constante, se talla los ojos con demasiada frecuencia o se pone irritable podría estar agotado debido al esfuerzo de leer sin lentes apropiados.
Conversar con ellos para llegar al fondo de las causas de estos problemas es importante, toma en cuenta lo que ellos digan y evitemos echar en saco roto las quejas de los alumnos, pues muchas veces como adultos pensamos que solo tratan de zafarse de una actividad o llamar la atención, pero siempre están fundamentadas en alguna causa que no siempre es obvia.
Problemas para leer y escribir
Un alumno que no logra desarrollar sus habilidades de lectura y escritura a la par de sus compañeros podría presentar distintos retos para el aula, muchos quizá consideremos la dislexia como una posibilidad y si bien es posible que este sea un factor para tomar en cuenta, lo primero es descartar un problema de visión, pues las letras, los trazos y el orden en el que están escritas pueden ser un desafío cuando no se ve bien. Es posible que los alumnos tengan dificultades para ver, ya sea de lejos o de cerca, por lo que quizá algunos parezcan no tener problema para leer del pizarrón, pero si sus cuadernos o viceversa.
Hablar con ellos y evaluar las posibilidades ante un problema de aprovechamiento en el salón de clases es esencial. Valida su experiencia y busca soluciones en conjunto con ellos, con sus padres y con otros docentes.
¿Has identificado problemas de visión en tus estudiantes? ¡Comparte con nosotros tus estrategias e ideas para enfrentar estos desafíos!