Para muchos estudiantes, las tareas escritas pueden resultar abrumadoras, pues trasladar nuestros pensamientos, ideas y opiniones a un texto organizado no es tan fácil como parece en un principio, sin embargo, así como para muchas otras actividades, la práctica y las herramientas precisas nos pueden ayudar a fortalecer esta habilidad. Brindar a los estudiantes recursos para fortalecer su expresión verbal es importante, esto los preparará para el futuro y los hará sentir más seguros de compartir sus ideas y expresar sus pensamientos.
Estructura de un texto
Cuando nos enfrentamos a la famosa página en blanco parece imposible crear un texto coherente en el que quepan todas nuestras ideas, pero todo texto, por corto que sea, requiere una estructura, un mapa que ayudará a los estudiantes a sentirse más seguros al organizar sus ideas.
Dividir las tareas escritas en partes claras y discernibles es un buen inicio. Puedes iniciar por una distribución básica que incluya una introducción, el cuerpo del texto y una conclusión. Es importante señalar que el cuerpo también puede tener una estructura propia, donde expongan sus ideas principales y los argumentos que les apoyen lo que están diciendo. Comenzar por tareas cortas en las que solo deban manejar una idea principal puede facilitar esta tarea.
Una metáfora útil es decirles que un ensayo es como un sándwich: la introducción y la conclusión son las rebanadas de pan que encierran el contenido importante, mientras que los párrafos del cuerpo son el "relleno", el cual debe ser consistente.
Organización visual
Para algunas personas la expresión verbal es más natural que para otras, existen personas que requieren cierto apoyo visual para darle forma a sus ideas y para ellos los mapas conceptuales, esquemas, mapas mentales e incluso el uso de dibujos e ilustraciones puede ser muy útil. Organizar toda la información en cuadros sinópticos antes de empezar a escribir es una gran técnica, así evitarán la sensación de agobio al ver sus páginas llenas de texto desorganizado.
Lluvia de ideas
A veces nuestras ideas son tantas que sentimos que no tienen pies ni cabeza y sentir la responsabilidad de expresarlas en un texto puede hacer aún más difícil la tarea de entender cada pensamiento. Hacer lluvias de ideas que nos ayuden a conceptualizar y observar cada idea antes de desarrollarla en un texto es muy útil, no solo para que escribir parezca menos difícil, también para estar seguros de que no se nos escapará nada al momento de trasladar nuestros pensamientos.
Enciende su motivación
Una buena manera de aumentar el entusiasmo por escribir es darles la oportunidad de elegir temas que sean de su interés personal. Puedes ofrecer una lista de temas atractivos o permitir que los alumnos propongan sus propias ideas para sus tareas. Cuando el tema les resulta cercano o relevante, es más probable que disfruten el proceso de escribir, además sentirán menos inseguridades que al escribir sobre temas que no dominan. Tener esta clase de ejercicios les ayudará a practicar para cuando deban hacerlo sobre asuntos de la clase, puede ser una actividad divertida e interesante para ellos.
Por medio de una estructura clara, herramientas visuales y mucha práctica, los alumnos desarrollarán poco a poco las habilidades necesarias para expresar sus ideas de manera organizada. ¿Crees que ayudar a los alumnos en este aspecto es importante? ¿Qué podemos hacer para lograrlo? ¡Comparte tus ideas con nosotros!