Estar a cargo de la crianza y cuidado de niños o adolescentes no es un trabajo sencillo, en realidad puede llegar a ser agotador, así como una fuente de estrés constante, como adultos estamos a cargo de una gran cantidad de tareas y responsabilidades, desde cuidar la seguridad vital de los niños, cubrir sus necesidades básicas, hasta tomar las decisiones correctas que les ayuden en el desarrollo y a alcanzar sus metas, nada de esto es tarea simple, pero una parte importante de todo esto es cuidar de nosotros mismos, evitar que el estrés sobrepase nuestra capacidad de gestionarlo y por lo tanto, cuidar de nuestra salud física y mental puede ser tan importante como estar para ellos.
La tarea de ser padre o tutor de un niño ya es en sí muy estresante, pero ¿podemos gestionar esta tensión? ¿Cómo podemos lograr que la tarea de crianza no sea más una preocupación que una agradable aventura?
Prioriza tu salud
Puede ser que esto suene egoísta y extraño, pues tener a nuestro cuidado a otro ser humano implica hacerlos prioridad en muchos aspectos, pero es necesario que esto tenga un límite cuando hablamos de nuestro autocuidado, porque sin importar todo lo que hagamos por ellos, si nosotros no estamos bien no seremos capaces de dar lo necesario para que ellos también lo estén y esto incluye el darles un ejemplo de cómo cuidar de sí mismos.
Es importante que tu salud física y mental sean tu prioridad en la lista de cosas por hacer, ya sea una revisión médica de rutina o un momento para estar contigo en el día, reconocer nuestras emociones, aprender a gestionarlas, trabajar en nuestra comunicación, alimentarnos sanamente, hacer un poco de ejercicio, suena a una lista interminable, pero son cosas tan necesarias como hacer la tarea con ellos y hacer las compras. Cuida de ti.
Pide ayuda cuando lo necesitas
Es común creer que los padres deben resolverlo todo ellos mismos, que los hijos son su responsabilidad y solamente ellos deben atenderla, pero esto no siempre es posible, en ocasiones puede convertirse en un problema mayúsculo el no saber cómo o cuándo buscar ayuda de otras personas o tratar de resolver todo por nosotros mismos. Desde la antigüedad el ser humano se ha organizado en comunidades que están ahí para apoyarse unos a otros, aunque con el tiempo nos hemos individualizado, nunca está de más recordar que formamos parte de una comunidad y que aunque no es posible que otros resuelvan nuestros problemas, sí es válido y necesario a veces buscar ayuda de otras personas.
Esto puede verse de diferentes formas, desde unas horas de cuidado de los niños para resolver problemas domésticos hasta un oído para expresar la situación que estamos pasando en el momento. Pero también puede ser una organización conjunta con otras familias para ir al supermercado por turnos, buscar ayuda terapéutica en cualquier momento, etc.
Conecta con tu familia
El estrés puede llegar a crear tensiones al interior de la familia, cuando creemos que estamos ocupados para darle a los hijos lo que necesitan o que no tenemos tiempo para mostrar emociones quizá lo que más se necesita es la compañía, la comunicación, el conectar con ellos y darnos un momento de pausa para escucharlos de nuevo y transmitirles lo importante que son para nosotros, esto puede ser lo que en realidad necesitan, pues aunque creemos que todos nuestros gestos están encaminados a este aspecto no siempre es algo visible, no des nada por hecho y hazles saber a través del diálogo y tus acciones las razones por las que haces lo que haces.
Comunícate
Transmitir cómo nos sentimos y por qué es muy importante, solo así le haremos saber a las personas a nuestro alrededor si es que necesitamos algo en particular, desde un momento a solas hasta un tipo de ayuda en específico, y esto incluye a nuestros propios hijos, comunicarnos con ellos, hacerles ver cuándo algo nos afecta, las razones por las que tenemos alguna dificultad o por las que nuestro hogar funciona de cierta manera ayudará a todos a tener una idea clara de cómo y por qué las cosas suceden como suceden.
Haz de la comunicación un elemento esencial en casa, para ti y para tus pequeños, esto puede ahorrar muchas tensiones y ser la herramienta perfecta para gestionar el estrés cotidiano.
¿Cómo manejas el estrés de cuidar niños o adolescentes? ¡Comparte con nosotros tus ideas y consejos al respecto!