La escuela es un espacio muy importante para los estudiantes, no solamente se trata de un lugar en el que pasan tiempo. En este sitio ocurren aprendizajes fundamentales que nos se limitan a los temas académicos, también socializan con sus pares, descubren nuevas formas de relacionarse y de expresar sus emociones. La escuela es el lugar en el que pasan más tiempo, a veces incluso más que en casa y en este lugar pueden obtener herramientas que les ayudarán en todos los aspectos de su desarrollo.
En pocos años hemos comprobado que la educación socioemocional es mucho más importante de lo que imaginábamos y que en la escuela ocurre un aprendizaje enorme al respecto de esto. Nosotros como docentes podemos aportar herramientas y conocimientos que les sirvan a los alumnos más allá de sus calificaciones, tales como la meditación. Aquí hablamos un poco más al respecto.
¿Por qué meditar?
La meditación se ha convertido en un recurso muy interesante para muchos aspectos de la vida cotidiana y es que en un ambiente estresante, que se mueve a gran velocidad es necesario que podamos manejar el estrés del día a día. Se han demostrado diversos beneficios que incluso son visibles en el cerebro, como el aumento de la materia gris en zonas específicas del cerebro y la reducción de deterioros asociados a la edad.
Independientemente de ello, también es muy útil, para aumentar la concentración, así como para la autorregulación emocional, es útil para reducir el estrés e incluso en casos de ansiedad o depresión ha demostrado un efecto muy positivo.
¿Cómo aplicarla en el salón de clases?
La base de cualquier meditación es la respiración. Poner atención a nuestra respiración de manera consciente y concentrarnos en ello durante cierta cantidad de tiempo le ayuda a nuestra mente a relajarse y a dejar de lado las preocupaciones del día a día. La paciencia y ser amables con nosotros mismos también son fundamentales, ya que será normal perder el foco de atención a lo largo del tiempo en el que meditemos, es común que nuestra mente vague entre los pensamientos que le preocupan al tener un espacio para hacerlo. Por ello debemos aplicar cierta disciplina al meditar, sin castigarnos ni regañarnos.
Afortunadamente en internet existen toda clase de recursos gratuitos que nos pueden ayudar a llevar a cabo meditaciones guiadas, que también podemos compartir con los estudiantes y ayudarlos a mejorar su atención, concentración, así como el manejo de sus emociones.
No necesitas invertir mucho tiempo en estos ejercicios, pero una vez que tus alumnos los han aprendido los pueden poner en práctica en otros momentos, pues la respiración consciente y la meditación son excelentes estrategias para manejar el estrés, la ira, la frustración, el miedo, etc.
¿Crees que esta herramienta puede ser útil para tu aula? ¿Alguna vez la has puesto en práctica? Comparte con nosotros tus experiencias e ideas.