El ritmo de vida actual nos ha llevado a desarrollar estrés constante, algo tan común en los adultos como en los niños y jóvenes, a quienes la escuela suele exigirles concentración en clases, resolución de tareas y presión ante los exámenes. Es importante que encontremos estrategias que nos permitan ayudar a los alumnos a sentirse cómodos como estudiantes, tranquilos y que ellos puedan regular sus emociones.
La meditación puede ser una gran herramienta y en muchas escuelas alrededor del mundo ya se ha convertido en una estrategia común para evitar problemas de conducta y mejorar el aprovechamiento escolar. ¿Alguna vez lo has intentado en tu aula? Aquí te dejamos información importante para esto.
Beneficios de la meditación
Aunque aún es necesario hacer muchas investigaciones, la meditación se ha posicionado como una de las mejores estrategias para combatir el estrés cotidiano, la falta de concentración y el agotamiento, pues permite a quienes la practican relajar el cuerpo y entrenar a la mente a concentrarse sin regañarla o forzarla. En investigaciones recientes se ha visto que de hecho este ejercicio tiene efectos a nivel neuronal y fisiológico, permitiendo a las personas evitar problemas de salud relacionados con el estrés.
A pesar de ello, para muchas personas la meditación parece un ejercicio complejo, pues implica hacer una pausa en un ajetreado ritmo de vida que nos lleva de una actividad a otra sin parar, así como a un constante flujo de información en internet y redes sociales. Y si, es posible que hacer una pausa en el día para dedicarnos a lo que comúnmente llamamos “hacer nada” puede incluso resultar más estresante que beneficioso. Es importante, por ello, analizar conceptos como la productividad, el éxito o el perfeccionismo, que muchas veces nos orillan a sentir aún más estrés o presión.
¿Qué es meditar?
Existen muchos mitos asociados a esta práctica porque tiene relación con diferentes conceptos y culturas, sin embargo el acto en sí mismo no está necesariamente relacionado con una religión o un conjunto de creencias, se trata de una actividad consciente, que busca darle al cerebro un momento para hacer una pausa y atraer la atención de nuestros problemas al momento presente. Se dice que para meditar hay que dejar de pensar o vaciar nuestra mente, algo que sabemos imposible de antemano y en ocasiones esta expectativa resulta más estresante.
En realidad meditar se trata de concentrarnos en el momento presente, una técnica sencilla para lograrlo es focalizar nuestra atención en la respiración, en todo el proceso que implica respirar, desde la sensación del aire hasta el recorrido que hace en nuestro cuerpo, contar respiraciones puede ayudar a mantener este foco y es muy importante que evitamos el reproche cuando nuestro pensamiento se distraiga, poco a poco lograremos estar más conscientes del momento.
¿Meditar en el aula?
Sabemos muy bien que las pausas a lo largo del día son de mucho beneficio para los alumnos, pues aumentan la concentración y la regulación emocional, así es como la meditación puede ser una excelente estrategia para añadir a estos espacios, pues permitirá a los alumnos relajarse, recuperar energía y gestionar sus emociones con un momento de pausa.
Pídele a tus alumnos que cierren los ojos y que se concentren en su respiración, tú como docente puedes guiarlos a través de las sensaciones que esto implica para ayudarlos a mantenerse concentrados o incluso puedes buscar meditaciones guiadas que ayuden a todos en el aula a concentrarse unos minutos, tus alumnos volverán a sus actividades más relajados, tranquilos y concentrados.
¿Alguna vez has puesto en práctica este tipo de estrategias en tu aula? ¿Cuál fue el resultado? ¡Comparte con nosotros tus consejos!