La vida actual puede ser muy demandante, constantemente estamos ocupados, corremos de actividad en actividad o nos exigimos cumplir en el trabajo al cien por ciento, adicionalmente contamos con dispositivos digitales para casi todas nuestras ocupaciones, por lo que estamos saturados de información, estímulos sensoriales y luz de pantalla prácticamente todo el día. Todos estos factores han alterado casi todas nuestras rutinas, incluso aquellas más naturales, como la alimentación o el sueño, que si bien cumplimos por necesidad, no necesariamente estamos llevando a cabo de la mejor manera, una que nos permita vivir saludablemente a largo plazo.
Son muchas las personas que hoy en día experimentan insomnio o alguna dificultad para dormir, por lo que permanecen cansadas durante los días. Aquí hay algunos tips importantes para mejorar la calidad de nuestro sueño, combatir el insomnio, descansar y cuidar de nuestra salud.
¿Qué es el insomnio?
Todos hemos tenido alguna noche de insomnio en la que no podemos conciliar el sueño y en la que la cama nos parece demasiado incómoda para dormir, el problema es cuando este tipo de problemas se presentan noche tras noche o cuando existen otros problemas para descansar, pues debes saber que no siempre el insomnio luce igual.
Es posible que pensemos que no tenemos esta clase de problemáticas, aunque nos sintamos cansados constantemente, pero el insomnio también es cuando nos despertamos tan cansados como nos fuimos a dormir, lo que implica que nuestro sueño no es profundo y es más bien intranquilo; cuando nos despertamos varias veces durante la noche ante cualquier sonido; cuando despertamos demasiado temprano o cuando tardamos demasiado tiempo en quedarnos dormidos una vez en la cama. Si bien podemos pensar que las horas que dormimos son suficientes, tal vez estos signos nos ayuden a identificar que más bien tenemos un problema de sueño.
¿A qué se debe esto?
En general, el insomnio se presenta debido a situaciones estresantes, como el trabajo, problemas personales, preocupaciones generales o incluso algún evento particular que nos esté, literalmente, quitando el sueño, pero se profundiza si nuestros hábitos no ayudan a que nuestro sueño sea realmente reparador.
Muchas conductas que inhiben el descanso se deben al propio estrés y a la vida cotidiana, por lo que ser conscientes de esto, observar nuestra rutina y hacer modificaciones plausibles nos ayudarán a corregir este problema y descansar mejor.
Higiene del sueño
Este concepto puede parecer exagerado, muchos de nosotros pensamos que dormir es algo sencillamente natural e incluso sabemos que si estamos cansados caeremos dormidos sin ninguna dificultad, pero la higiene del sueño es necesaria para descansar correctamente y se refiere a una serie de acciones y hábitos que nos conducen a un descanso reparador. Cuando somos pequeños, nuestros padres siguen una rutina con nosotros, pero conforme crecemos esto cambia por completo. Quizá es momento de retomarla y descansar mejor.
Vigila lo que comes
El primer factor es la cena. En nuestro país es común que la cena sea una comida pesada, a veces llena de carbohidratos y grasas, además de darse en horarios en los que probablemente estemos más cerca del sueño que de la actividad física. El problema es que el consumo de cenas abundantes nos da energía. Básicamente, lo mejor es hacer una cena ligera y no precisamente antes de irnos a la cama, es importante darle tiempo al cuerpo de digerir. Alimentos como la lechuga, las nueces, el pescado, incluso el pollo o la leche, pueden ayudarnos a conciliar mejor el sueño, solo recuerda que la moderación es lo más importante.
Haz una rutina
Nuestro cuerpo se mueve por instinto, busca ahorrar energía en todos los procesos, por lo que nuestro cerebro está siempre atento a patrones que le indiquen lo que ocurrirá a continuación para anticipar su respuesta. Así, las rutinas son muy saludables y antes de dormir pueden ser la clave para conciliar el sueño lo antes posible, pues si realizamos las mismas acciones durante cierto tiempo, el cerebro se acostumbrará a saber que lo siguiente es dormir.
Crea una rutina sencilla para indicarle a tu cuerpo que ha llegado la hora de irte a la cama, puedes añadir cosas relajantes como tomar un té, tomar un baño, leer un libro, escuchar música, etc. La idea es que hagas lo mismo una y otra vez, para que tu cuerpo se acostumbre y por si solo secrete melatonina, que es la hormona que te ayuda a dormir.
Olvida las pantallas
Uno de los grandes problemas de la actualidad es el uso excesivo de pantallas, las cuales emiten una luz que engaña a nuestro cerebro, haciéndole pensar que aún es de día y manteniéndolo activo con la gran cantidad de estímulos que recibimos de estos aparatos, los cuales se han convertido en una parte fundamental de nuestras actividades y nos acompañan incluso a la cama.
Lo ideal es dejar a un lado el celular, las tabletas, las computadoras y hasta la televisión por lo menos una hora antes de irnos a dormir, pero si esto es muy difícil, por lo menos limita su presencia en la cama. Antes de acostarte déjalo en un sitio que te obligue a levantarte para consultarlo, así le darás un descanso a tu vista y a tu cuerpo.
Con estas ideas podrás mejorar la calidad del sueño. Y si nada de esto funciona, considera consultar a un experto para que descubran juntos cuáles son las causas de tu problema de insomnio. ¿Has tenido problemas de este tipo previamente? ¿Qué herramientas has puesto en práctica?