La habilidad de lectura no es solamente descifrar las letras para convertirlas en palabras, conforme van creciendo, los estudiantes ya no solo necesitan saber el sonido de cada letra, sino el significado de lo que leen, más allá de la fluidez con la que decodifican los textos, necesitan trabajar en su comprensión de lectura, algo que en ocasiones se deja de lado o se trabaja a través de ejercicios o evaluaciones que no siempre son útiles para ayudarlos cuando tienen dificultades en este aspecto.
La comprensión lectora es una habilidad esencial para el desarrollo académico de cada alumno, pues los textos se convertirán en la fuente de información más importante, por lo que es realmente necesario verificar que nuestros alumnos puedan comprender el mensaje de cada texto que leen. ¿Cómo trabajar esto con ellos? Aquí te dejamos algunas ideas que Nina Parrish, escritora de Edutopia, expone en su artículo que puedes leer aquí.
Ejercicios de comprensión
Los tradicionales ejercicios de comprensión lectora consisten en poner a los alumnos un texto y luego hacer preguntas sobre el mismo. Esto tal vez nos puede ayudar a evaluar cuál es su desempeño y verificar si están teniendo algún problema, pero en sí mismo no ofrece herramientas para aprender esta habilidad. En algunas edades los docentes se enfocan en observar la velocidad a la que pueden leer con fluidez de forma oral, pero luego no hay una transición entre decodificar las letras y la comprensión integral de una lectura.
Aumento del vocabulario
Uno de los primeros pasos para fortalecer la comprensión está en trabajar el vocabulario de los alumnos, no solamente de forma repetitiva, como sería al copiar palabras o repetir en planas, sino de forma que se recuerde el significado, se vincule a algo significativo y se practique para que no sea algo pasajero ese conocimiento, sino algo realmente aprendido.
Para esto podemos pedirle a los alumnos que ilustren palabras novedosas, que escriban historias donde integren estos nuevos términos o que narren experiencias significativas utilizándolas. También podemos presentar este vocabulario de forma visual, con imágenes o esquemas que ayuden a recordar la información más fácilmente.
Estudiar su lenguaje oral
El lenguaje oral es un reflejo de las destrezas de comprensión que pueden tener los niños y adolescentes, no solo por la riqueza de vocabulario sino por la facilidad con la que se expresan y las habilidades verbales que demuestran, desde antes de aplicar un examen o un cuestionario podemos estudiar en los alumnos si tienen alguna dificultad de expresión, si pueden manejar las metáforas, narrar una historia de forma estructurada, si gramaticalmente tienen alguna barrera o si parecen tener problemas para expresar sus ideas u organizar su pensamiento al momento de hablar.
Al mismo tiempo, ayudarlos a fortalecer esto en el discurso hablado les ayudará mucho en el aspecto escrito, aunque también podemos trabajar con ellos ejercicios en los que tengan que construir textos, dándole forma a sus opiniones, ideas y experiencias, escribir puede ser una manera de relacionarse con los textos totalmente distinta y útil para ellos.
Habilidades cognitivas
La comprensión de un texto va mucho más allá de poner una palabra junto a otro o de descubrir el significado individual de éstas, se trata de conectar ideas y entender los contextos dentro del texto, muchas veces los referentes necesarios para entender cabalmente algo están más allá de las páginas y de hecho puede ser muy útil conectar ideas o conocimientos previos para desentrañar lo que ocurre en una historia.
Para trabajar con esta parte podemos guiar a los estudiantes con preguntas que pueden hacerse al iniciar una nueva lectura, como identificar los personajes principales en el caso de las historias o los conceptos más importantes en caso de ensayos o teoría, michas veces nos piden resumir o destacar algo sin que sepamos cuál es la naturaleza de estos conceptos. Por eso darles una guía básica de preguntas que pueden hacerse ellos mismos nos ayudará.
También pueden trabajar en ejercicios que mantengan la concentración al seguir la historia, llegar a algún punto y tratar de predecir los acontecimientos siguientes es un buen ejercicio para verificar qué tanto sabemos o hemos comprendido hasta el momento. También relacionar los conceptos o los hechos con experiencias previas puede ayudar, así como comparar el texto con referentes personales, otras lecturas, películas, música o ejercicios que se hayan hecho.
Todas estas actividades nos pueden ayudar a trabajar con los alumnos su verdadera comprensión lectora. ¿Tú cómo trabajas con ellos para fortalecer este aspecto? ¡Comparte con nosotros!