Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana nació el 12 de noviembre de 1651 en Nepantla, Estado de México, aunque se encontró una fe de bautismo en la parroquia de Chimulhuacán, donde también se dice que nació el 2 de diciembre de 1648. Fue hija ilegítima, por lo que sus primeros años su sostenimiento estuvo a cargo de su abuelo materno.
Desde pequeña destacó como una niña muy inteligente, un caso prodigio, pues aprendió a leer y a escribir a los 3 años de edad. Siempre fue una niña activa y curiosa, le gustaba mucho leer y hacer preguntas.
Cuando murió el abuelo fue enviada a la casa de su hermana, en la capital, donde aparte de aprender las labores domésticas, también estudiaba latín. Más tarde ingresó a la Corte Virreinal como dama de honor de la esposa del Virrey.
Negada al matrimonio, decidió ingresar al convento de las Carmelitas Descalzas, el cual tuvo que abandonar por una enfermedad. Años más tarde profesó en el Convento de San Jerónimo donde se quedó hasta su muerte. Como religiosa tuvo la oportunidad de escribir música, poesía y algunas obras teatrales.
En el convento se desempeñó como contadora y archivista, lo cual le permitió estudiar y escribir. Los expertos la consideran como la última gran poeta de los Siglos de Oro de la literatura en español.
Sus biógrafos aseguran que a los ocho años escribió su primer Loa eucarística. En el convento, escribía textos y obras literarias por encargo, pero además también realizaba otras porque le encantaba escribir. Su confesor, Antonio Núñez de Miranda, cuestionó su actividad porque no le parecía adecuada por ser religiosa y mujer, por lo que ella lo despidió como su confesor.
En 1691 escribió “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz “ para contestar la Carta del obispo, quien había recomendado no alejarse de la religión. Esto la llevó a deshacerse de su biblioteca de más de 4.000 volúmenes y no volver a escribir y dedicarse de lleno a las obras religiosas de su orden.
Sor Juana Inés de la Cruz fue una erudita autodidacta, rebelde y defensora de los derechos de las mujeres.
Entre sus obras destacan:
Inundación castálida
El cetro de José (Obra religiosa)
El Divino Narciso (Obra religiosa)
El Sueño (Obra romántica)
Sor Juana Inés de la Cruz falleció de tifus en la Ciudad de México el 17 de abril de 1695. Fue sepultada en el coro bajo de la iglesia del templo de San Jerónimo, donde actualmente se asienta la Universidad Claustro de Sor Juana, en esta capital.