A lo largo del tiempo, la tarea de la educación ha ido cambiando, evolucionando conforme comprendemos un poco más acerca de la mente del ser humano y en particular del desarrollo de los niños y adolescentes, por lo que algunas cosas que antes se consideraban necesarias, poco a poco han adquirido nuevos enfoques, así los salones de clase y la forma en la que abordamos la escuela y el aprendizaje han cambiado con el tiempo.
Por ejemplo, hasta hace no muchos años se buscaba que el aula fuera un espacio silencioso, propicio para la concentración, en el que los estudiantes pusieran atención exclusivamente al docente, que era el foco central de la educación, el conocimiento provenía del profesor y era tarea de los alumnos adquirirlo a través de sus palabras. Esto habla mucho de la organización y el ambiente en las aulas, los escritorios mirando al frente, la disciplina para buscar espacios silenciosos y ordenados, todo esto era un función de esta concepción. Poco a poco nuestra idea de aprendizaje ha cambiado y hemos llegado al punto en el que el estudiante ya no es el receptor pasivo de la información, sino el agente activo, dueño de su propio aprendizaje.
Así es como el lugar del estudiante se ha trasladado al centro del aula, aunque cambiar las dinámicas puede ser complicado, pues aunque sepamos que los alumnos necesitan saberse en control y ser el centro del aula, no siempre es fácil identificar los cambios en la dinámica para lograrlo.
Escucha su experiencia
Un buen inicio es conocer a nuestros estudiantes más allá del nombre en la lista, conocer sus experiencias, sus dificultades, sus expectativas y lo que ellos perciben de la escuela. Saber cuál ha sido su historia con la escuela, cómo se han sentido en otras aulas y qué les gustaría experimentar puede ser muy importante, de esa manera podremos construir espacios seguros para ellos, que consideren sus necesidades tanto de aprendizaje como sensoriales, de espacio, tiempo y forma para lograr sus objetivos.
También es necesario hacerles ver que nosotros como docentes estamos abiertos a escucharlos y hacer los cambios necesarios para ayudarlos a lograr el aprendizaje.
Construyan juntos el espacio
El aula tradicional, con todos los escritorios mirando al frente, cuya disposición era siempre dictada por el docente y en busca de orden y silencio ha ido cambiando poco a poco. Las metodologías actualmente sugieren trabajos en comunidad, mucha retroalimentación por parte de los mismos compañeros, discusiones constantes, colaboración y, más que docentes dictando la clase, docentes al frente de un salón cooperativo, donde los alumnos construyen el conocimiento a través de preguntas, al exponer sus ideas y compartir sus opiniones. Para lograr esto es necesario que sean ellos quienes se apropien del espacio en el que aprenden, si bien como docentes seremos quienes daremos orden a sus ideas, es necesario escucharlos, tomar en cuenta lo que ellos necesitan y hacerles ver que todo lo que aportan es importante.
Su participación es necesaria para ordenar el aula, para disponer los materiales con los que contamos, también para decidir el tiempo que dedicamos a ciertas actividades, con la posibilidad de que ellos tomen decisiones a lo largo del día, así como para construir el reglamento del aula. Una participación activa por parte de los alumnos para crear sus propias reglas nos permitirá un aula comprometida con estas, en la que ellos comprendan por qué y para qué se llevan a cabo las actividades y en el que el espacio sea completamente suyo.
Motiva espacios de participación
El conocimiento no es solamente la información proporcionada por los libros o los docentes, los alumnos necesitan saber qué pueden hacer con ese conocimiento, conectarlo con otras asignaturas, analizarlo, observarlo, evaluarlo y ser creativos con lo que han aprendido, lo cual requiere más que estudio o memorización, es necesario que se hable, que se discuta entre compañeros para compartir información necesaria, sus ideas, por ello, crear espacios en los que se pueda compartir opiniones de manera segura y recibir retroalimentación de sus compañeros es tan necesario.
¿Cómo ha cambiado la dinámica en tu salón de clases en los últimos años? ¿Qué cambios han sido necesarios? ¡Comparte con nosotros tu experiencia y tus ideas!