El trabajo del docente es uno de los más exigentes, aunque es una labor que nos da muchas satisfacciones también puede ser muy agotador, pues se desarrolla en múltiples escenarios, desde preparar nuestras clases, estar al frente del grupo, llevar a cabo evaluaciones, cuidar de nuestros alumnos y colaborar con los padres de familia, todos estos son varios trabajos distintos y tratar de resolverlo todo en medio de nuestras vidas cotidianas puede resultar muy agotador.
Evitar que todo esto nos implique un desgaste físico y mental es parte importante de nuestro autocuidado, pero considerar este aspecto puede pacer complejo y aún más desgastante cuando nuestra rutina nos exige seguir un ritmo continuo. ¿Qué podemos hacer para cuidar de nosotros y cuidar el trabajo al mismo tiempo?
Límites precisos
Un factor muy importante que contribuye al burnout o agotamiento crónico es la dificultad para separar la vida laboral de la personal. Es común que los maestros lleven trabajo a casa, ya sea debido a planeaciones, evaluaciones o la necesidad de responder correos de los padres de familia, pues acabar con los pendientes es sencillamente imposible en nuestro horario de trabajo. Si bien es normal que existan momentos de carga adicional, es importante tener espacios libres de trabajo. Asignar horarios específicos para dejar de lado el trabajo y resolver pendientes personales además de descansar puede ayudarnos a encontrar un equilibrio, procura respetar esos horarios sin importar lo interminable que parezca la lista de tareas por resolver.
Cuídate
Los docentes a menudo priorizan sus labores por encima de su autocuidado. Es esencial programar pausas durante el día para respirar profundamente, estirarse o simplemente desconectar por unos minutos. Incorporar actividades físicas, como caminar o practicar atún deporte puede ayudar a reducir el estrés acumulado. Es importante tener espacios que sean solo para nosotros, en los que las preocupaciones y los pendientes queden fuera. Así mismo es necesario vigilar nuestra alimentación, asegurarnos de consumir los nutrientes que requerimos es muy importante, solo así podremos estar sanos para continuar con nuestras actividades.
Priorizar nuestra comunidad
Una buena red de apoyo es fundamental para lidiar con el estrés. Fomentar relaciones de colaboración con otros maestros, directores y padres de familia puede crear un entorno de trabajo más saludable y menos solitario. Participar en grupos de apoyo, tanto dentro como fuera de la escuela, permite compartir experiencias, consejos y apoyo emocional.
Organizar el tiempo
Priorizar nuestras tareas y crear horarios específicos para resolver cierto tipo de tareas nos pueden ayudar a aliviar la carga de trabajo y responsabilidad, aunque esto no puede reducir las tareas que tenemos pendientes, si nos puede dar un sentido de organización y calma al hacer frente a todo esto. Evita intentar hacer muchas cosas a la vez, ya que esto puede hacerte sentir abrumado y más cansado, además de exponerte a cometer errores.
Celebra tus pequeñas victorias
Es común que prestemos mucha más atención a las dificultades que enfrentamos, los errores que cometemos y los pendientes que nos quedan antes que a nuestros logros y éxitos. Por pequeños que estos sean, son todos producto de nuestro esfuerzo y es importante celebrarlas, solo así podremos mantener arriba nuestra motivación y observar nuestro trabajo en su justa medida.
Con estrategias de autocuidado, gestión del tiempo y una buena red de apoyo, es posible evitar el desgaste emocional y disfrutar de una carrera docente más equilibrada y gratificante. ¡Comparte con nosotros tus estrategias de autocuidado y tus experiencias!