Debido a las vacaciones es normal que los niños y adolescentes enfrenten periodos de aburrimiento intenso, pues no podemos mantener actividades constantes para mantenerlos entretenidos todo el tiempo, incluso si salimos de viaje algunos días, es probable que en muchos momentos el aburrimiento domine el tiempo y que la frustración se apodere de ellos.
Para combatir esto es posible que, como padres, busquemos llenar sus horarios de muchas actividades y restrinjamos los momentos libres, algo que podría no ser la mejor opción a largo plazo, pues por extraño que parezca, tanto los niños como nosotros, los adultos, nos podemos beneficiar del aburrimiento.
El valor de estar aburridos
El aburrimiento se hace cada vez más extraño, pues estamos constantemente estimulados por los dispositivos electrónicos, al navegar en internet podemos encontrar un sinfín de contenidos que nos mantienen atentos, algo que en principio puede parecer bueno, pues a nadie le gusta la sensación que provoca el aburrimiento, sin embargo, es gracias a esta experiencia que nuestros cerebros brincan a la creatividad y la innovación, pues mientras estamos “haciendo nada” nuestra mente se encuentra activa, de hecho, buscando la manera de evitar ese sentimiento que nos causa incomodidad.
Algunos estudios han mostrado que nuestros cerebros se vuelven más creativos tras el aburrimiento, pues algunas partes de nuestra mente se activan mientras tenemos oportunidad de diversificar nuestros pensamientos en lugar de mantenerlos atentos a un estímulo específico.
Vacaciones aburridas
La cuestión es que tener en casa a los niños o adolescentes aburridos puede resultar preocupante para los padres y si bien es necesario estimular su aprendizaje con actividades nuevas, permitirles que se acerquen a las cosas que más les gusta hacer y mantener un horario estructurado para ayudarlos a mantener la motivación en vacaciones, también es necesario darles espacios en los que sean ellos quienes decidan cómo pasar el tiempo, sin un estímulo constante que los mantenga entretenidos.
Aunque sea por ratos, es importante incentivar su imaginación e inventiva con una dosis de aburrimiento, pues el pensar en cosas para resolver esa situación es una de las fuentes de mayor creatividad.
Limitar el uso de dispositivos digitales
Quizá no es posible que los niños y sobretodo los adolescentes se alejen de los dispositivos por demasiado tiempo, pero si podemos buscar alternativas para crear espacios libres de este tipo de tecnología. Crear horarios en los que no exista otra alternativa que imaginar opciones y darles la autonomía de decidir cómo llenarán esos espacios con los recursos a su alrededor es una gran alternativa.
No se trata de castigarlos quitándoles el acceso a algo que para los jóvenes puede ser muy importante, sino de proponerles alternativas e ideas. Quizá en un principio presenten resistencia a quedarse sin esas herramientas para pasar el tiempo, pero a la larga puede ser muy beneficioso.
La experiencia para el adulto
También para nosotros como padres y como docentes, experimentar un poco de aburrimiento puede ser una gran opción. Tal como los más pequeños, nos hemos acostumbrado a que nuestro tiempo esté plagado de algo que hacer, una nueva película, una nueva serie, una nueva actividad o un pasar infinito del muro de facebook. Podemos cambiar esta rutina que inhibe nuestra creatividad pasando tiempo con nuestros pequeños y compartiendo con ellos la experiencia del aburrimiento.
¿Crees que estar aburrido puede ser útil más allá de la experiencia? ¡Comparte con nosotros tus ideas!