Prevenir las adicciones en los más jóvenes es tarea de todos, aunque el contexto de los estudiantes es muy complejo y el docente no tiene incidencia sobre las múltiples realidades que muchas veces empujan a los jóvenes a tomar decisiones que pueden afectar su vida, también es verdad que mientras son estudiantes gran parte de su tiempo lo pasan en las aulas, en compañía de sus docentes y compañeros, por lo que actuar desde nuestra clase puede hacer un cambio significativo en la realidad de muchos estudiantes, quienes quizá encuentren en los recursos que ofrecemos en el aula las herramientas necesarias para evitar caer en problemas de adicción.
Comprender y escuchar a los jóvenes
Ser adolescente no es sencillo, esta es una de las etapas más complejas de la vida, nos enfrentamos a una gran cantidad de cambios físicos y emocionales intensos y confusos, al mismo tiempo el contexto en el que vivimos se revela, comenzamos a observar todas las problemáticas que muchas veces no podemos resolver aunque nos afecten personalmente, pues la infancia va quedando atrás.
Comprender a los estudiantes es esencial para acercarnos a ellos, la empatía es un recurso muy importante, no debemos perder de vista que su perspectiva como jóvenes es muy distinta de la nuestra como adultos. Además es importante tener en cuenta el desarrollo fisiológico y emocional de los adolescentes, cuyo cerebro y sistema hormonal tiene características que los hacen arriesgados, mientras que la necesidad de pertenecer al grupo de pares puede ser mucho más intensa de lo que nos imaginamos. Tomar todo esto en cuenta al momento de escucharlos nos ayudará a comprenderlos mejor.
Ofrece un espacio seguro
En un contexto difícil, encontrar espacios donde los adolescentes se sientan seguros puede ayudar mucho a prevenir conductas de riesgo, contar con un espacio donde no tengan que demostrar nada ni estar en estado de alerta constantemente les ayudará a gestionar mejor sus emociones, así como a sentirse tranquilos.
Construir un aula segura es esencial para el aprendizaje, pero también puede ser benéfica para otros aspectos de la vida cotidiana de los adolescentes, pues tendrán la oportunidad de relajarse en un espacio que sienten propio. Hazles saber que sus opiniones cuentan, que equivocarse es parte del proceso, evita que los estudiantes se juzguen entre ellos o que existan tensiones entre ellos, haz de la participación un espacio tranquilo para explorar ideas y pensamientos.
Aborda el tema
La prevención de adicciones es quizá uno de los temas que más escuchan los adolescentes en su día a día, ya que las campañas son comunes, sin embargo estas muchas veces son superficiales o repetitivas. Crear un espacio de discusión e información sobre la realidad de las drogas u otras adicciones, las razones por las que los jóvenes se acercan a ellas, los efectos que estas tienen en ellos y los retos que implica su uso puede ser una buena manera de profundizar en los temas más complicados, con una mirada informativa, pero comprensiva y actualizada.
Existen muchos recursos que te pueden ayudar a abordar el tema en el aula, solo recuerda escuchar a tus alumnos. deja que ellos también expresen sus dudas y comentarios.
Inteligencia emocional
Más allá de la información más obvia con respecto a las drogas o cualquier otra actividad de riesgo en los jóvenes, ayudarlos a gestionar sus emociones puede ser la mejor herramienta para prevenir cualquier adicción, pues no caerán en la tentación de utilizar este recurso como un medio de regulación emocional, tendrán a la mano herramientas útiles y reales para su día a día.
Enséñales técnicas de respiración, habla de su emociones, de la importancia de reconocerlas y de experimentarlas, ofrece estrategias para que puedan expresarse de manera segura.
¿Crees que desde las aulas podemos prevenir las adicciones? ¡Comparte con nosotros tus ideas y comentarios!