El acoso escolar no es un problema moderno, la convivencia entre estudiantes a lo largo de etapas de desarrollo y contextos desafiantes muchas veces trae consigo dificultades entre compañeros que pueden transformarse en problemas de acoso escolar o bullying, como lo conocemos hoy en día. Además, las herramientas digitales y toda la interacción a la que actualmente estamos acostumbrados por medio de redes sociales amplían el espectro de posibilidades, si bien estas herramientas son muy útiles e importantes en el desarrollo, también implican ciertos desafíos.
Estar atentos a las implicaciones del uso de estas aplicaciones y transmitir a los alumnos pautas de seguridad para convivir en estos espacios nos ayudará a prevenir situaciones desagradables que pueden llegar a afectar a nuestros estudiantes de formas muy complejas.
¿Qué es el cyberbullying?
Así como el acoso escolar se da en espacios físicos de convivencia, en redes sociales y foros digitales es posible que lleguen a ocurrir situaciones de acoso entre alumnos, especialmente porque muchos alumnos perciben cierta diferencia entre “la vida real” y los sitios de internet, en donde todo parece más fácil, más impersonal y menos cercano a su contexto cotidiano. Esto puede llevar a conductas de acoso como exponer a un estudiante, hacer comentarios agresivos sobre alguien más, exlcuirle de actividades de grupo, instigar a otros a atacar a alguien en particular, entre otras.
Aunque estas acciones no pueden verse de manera física, afectan la salud emocional de quienes lo sufren y pueden llegar a causar daño emocional severo, especialmente porque los alumnos que lo viven se sienten aislados y vulnerables en espacios sin regulación por parte de adultos o autoridades.
¿Qué podemos hacer para prevenirlo?
Como todo el acoso escolar, reconocer que ocurre y hablar sobre ello con los estudiantes es una parte muy importante de la prevención, es necesario que todos los alumnos sepan de qué se trata, cómo se ve cuando ocurre y qué hacer cuando son testigos o víctimas de este tipo de conductas.
También es muy importante transmitir a los estudiantes que las acciones en espacios virtuales tienen consecuencias reales en las personas, que todo lo que decimos en internet es susceptible de quedarse ahí para siempre (aunque lo borremos) y que una acción pequeña puede tener consecuencias muy grandes, pues fácilmente un post, un video, un comentario o una imagen pueden compartirse viralmente en pocos segundos. Ellos deben tomar en cuenta esto antes de cualquier acción, considerar si realmente lo dirían si estuvieran frente a frente y qué sentirían ellos en caso de que les ocurriera.
Regular los espacios virtuales
En estos momentos puede ser muy difícil mantener a los niños y adolescentes fuera de las pantallas, sin importar cuánto esfuerzo pongamos en ello, la vida cotidiana y muchas de sus tareas se llevan a cabo por medio de dispositivos digitales, así como una gran parte de la socialización, que es tan importante para ellos. Debido a esto, prohibir los dispositivos puede no ser una opción para mantenerlos seguros, pues los estaríamos limitando en aspectos importantes del desarrollo, sin embargo sí debemos estar muy atentos a las cosas que ven en internet, al tipo de relación que tienen con sus pantallas y la forma en la que conviven al interior de estos espacios, estar ahí para explicar cosas que no entiendan y reflexionar junto con ellos en aspectos de su uso.
El cyberbullying puede afectar la vida de muchos estudiantes, en ocasiones sin darnos cuenta, por ello compartir con los más jóvenes, escucharles y actuar para prevenir o detectar cualquier tipo de acoso es muy importante.
¿Alguna vez tus estudiantes han pasado por situaciones como esta? ¿Qué tips le darías a otros docentes?