Tras dos años de educación a distancia es natural que los alumnos se sientan desconectados de su entorno y de sus compañeros, pues han pasado meses encerrados en casa, con la compañía de sus familiares y quizá solo unos cuantos amigos, hermanos, primos o vecinos. Aunque los más jóvenes suelen adaptarse sin muchas dificultades a situaciones nuevas, todo el estrés provocado por la emergencia sanitaria, sumado al aislamiento, han dejado mella en la salud mental, incluso de los más pequeños. Ahora que hemos vuelto a las aulas, los docentes hemos sido testigos de todo esto, con alumnos más inquietos y aulas extrañamente ausentes, no se siente igual.
Y es que convivir con otros, crear lazos y formar una comunidad de forma presencial, sin la distancia de las pantallas, no es tan fácil, actualmente ha cambiado mucho el ambiente del salón de clases. ¿Cómo podemos colaborar para que la convivencia y las relaciones entre pares regresen con la fuerza de las clases presenciales?
Aún no podemos hacer dinámicas con muchos estudiantes y cuidar el distanciamiento aún es esencial. Pero podemos hacer algunas actividades que nos ayuden a crear ese sentimiento de comunidad en las aulas-
Compartir estados de ánimo
Al inicio de las sesiones podemos establecer dinámicas que nos ayuden a que los estudiantes muestren su lado emocional a sus compañeros sin que esto implique exponerse demasiado, puede ser un buen inicio para recuperar los lazos. No es necesario hacerlos hablar demasiado o compartir situaciones personales, pero sí demostrar a los otros cómo se sienten. A través de semáforos que compartan información de manera visual, los alumnos pueden colocar todos los días al inicio de la clase cuál es su estado general, verde si están de buen humor o alegres, rojo si están enojados, azul si están tristes. Incluso podrías abrir un buzón de buenos deseos para que los compañeros de la clase compartan sentimientos de apoyo con la clase.
La idea es que los estudiantes identifiquen que las aulas son espacios seguros en los que sus emociones también son tomadas en cuenta.
Trabajos en equipo
El trabajo colaborativo es una oportunidad perfecta para formar buenos lazos, siempre que las tareas no se presten a conflictos o malentendidos. Por ello es importante que desde la concepción de estos proyectos planteemos líneas de comunicación y roles establecidos que permitan que todos los alumnos exploten sus habilidades y se apoyen mutuamente.
Crear proyectos interesantes es más sencillo de lo que parece, muchas veces esta clase de tareas pueden servir para vincular el mundo real de los alumnos con las materias de la escuela e incluso trabajar con otros docentes, poner manos a la obra, diseñar estrategias y cultivar herramientas.
Empatía a través de la creación
El arte siempre es una buena herramienta para expresar emociones y para vincularnos con otros seres humanos, ya que lo que se expresa a través de la obra artística nos une con personas de otros tiempos, de otras culturas y de otros mundos, por ello pedirle a los alumnos que expresen sus emociones o que compartan lo que las obras de otros artistas les hacen sentir puede establecer puentes de empatía entre todos los amigos.
Puedes tener sesiones de arte con tus alumnos en las que juntos den significados nuevos a pinturas clásicas, en las que lean historias fantásticas o compartan sus propias creaciones, pintar con los dedos, colorear, incluso cantar. Se trata de expresar sentimientos de forma divertida. Estas dinámicas son importantes incluso con los alumnos más grandes, que muchas veces van dejando atrás actividades como dibujar, por parecer infantiles, por lo que un espacio seguro para dejarse llevar es muy importante.
¿Crees que las relaciones entre compañeros han cambiado? ¿Has aplicado alguna estrategia para tratar de apoyar a los estudiantes en este aspecto? ¡Comparte con nosotros!