El salón de clases es una casa y todos los alumnos que asisten a él diariamente son parte de una familia. Crear ese sentimiento en los alumnos es muy importante, no solo para que nuestros pequeños se sientan parte de algo más grande que ellos mismos, también para ahorrar un poco de esfuerzo, pues si esta sensación de comunidad compartida se extiende entre ellos, el orden, la disciplina y la atención de clases mejorarán naturalmente. Solo así, ellos entenderán que no se trata solamente de estar en el salón, sino de compartir con todos sus compañeros y con su maestro.

Ser comunidad

Y es que cuando nos damos cuenta que algo se trata de nosotros mismos, pero también de los demás y que sus acciones y las nuestras influyen en el bien de todos, poco a poco, mejoramos nuestra conducta, no se trata solamente de premios y castigos, sino de ser parte del bien común. Los niños son niños y estos conceptos quizá son muy abstractos para explicarlos, pero no para demostrarlos.

Las reglas de todos

Una buena forma de empezar a enseñarles a nuestros alumnos que formar parte de una comunidad al interior de su salón de clases es dejarlos crear su propio reglamento, sugiere los lineamiento más importantes y guíalos en el proceso, pero déjalos que ellos decidan qué se debe hacer en el salón de clases. De esa forma el compromiso será natural en ellos y sentirán que participan de forma activa en algo que les afecta a todos.

Un frasco de buenas acciones

Esta es una dinámica muy simple y que puede ser muy útil. Busca un frasco grande, una lata o hasta una cubeta, la meta será que los alumnos llenen ese frasco o cubeta con buenas acciones. Dales un boleto, una borlita de peluche, un botón o algún elemento similar cada vez que hagan algo bueno por algún compañero o que hagan una buena acción, pequeños heroísmos que reciban reconocimiento. Ese objeto deberán depositarlo en el frasco colectivo y cuando logren llenarlo o lleguen a una meta organiza una pequeña recompensa para ellos. Ver una película, unos minutos más de receso o un día sin tarea son suficientes. ¡Las buenas acciones merecen ser reconocidas!

Ayudar a otros

Organiza un pequeño sistema en el que todos tengan la oportunidad de ayudar a otros, cada vez que llegue un examen o pasen por un tema complicado para algunos, organiza grupos de estudio con alumnos que se sientan listos para enseñar a otros y con alumnos con dudas, se trata de que participen para superar las dificultades juntos. Puedes también crear proyectos en los que todo el salón se involucre, así podrán sentirse orgullosos de su trabajo en equipo y de todo su esfuerzo.

Dales una tarea

Crear algunos deberes para tus estudiantes la interior del salón y rolar la responsabilidad entre todos los hará sentirse bien consigo mismos, elegidos para algo importante y responsables del bien común. Crea una tabla que todos puedan ver en donde asignes pequeñas responsabilidades para ellos, desde recoger la tarea de todos por la mañana hasta verificar que nada quede en el salón de clases al terminar el día. Cambia al responsable de esas pequeñas tareas periódicamente, la idea es que todos participen alguna vez.

Pequeños convivios

De vez en cuando organiza un receso en el que todos tus alumnos coman juntos y compartan el momento. Déjalos que ellos tomen la decisión de qué comerán, cuándo lo harán y repartan las responsabilidades, la idea es que haya momentos que pasen juntos y que ellos mismos logren, no necesita ser una ocasión especial, solo porque es agradable sentarse a disfrutar de su grupo.

Asambleas semanales

Dedica unos minutos de la semana a una pequeña asamblea en la que todos participen, en ella pueden hacer dinámicas grupales para conocerse mejor, algún juego colaborativo rápido o simplemente un círculo para expresar sus sensaciones y sentimientos de esa semana, también es el momento para proponer sugerencias para mejorar el salón de clases o expresar inconformidades. Sin duda dejarlos desahogarse un poco creará complicidad entre ellos, les dará un motivo de emoción al esperar esas asambleas y te dará la oportunidad de escucharlos, conocerlos y conectarte con ellos.