El teatro puede ser una poderosa herramienta para transformar la manera en que nuestros estudiantes aprenden y se relacionan con el conocimiento. Aunque a primera vista el arte escénico pueda parecernos ajeno a nuestra asignatura, por medio del teatro podemos ayudar a los alumnos a fortalecer su creatividad, sus habilidades de comunicación, el trabajo en equipo, así como la reflexión, el pensamiento crítico, la planeación, la solución de problemas y el afianzar conceptos teóricos de cualquier asignatura. No es necesario que nosotros mismos seamos expertos en teatro para desarrollar estas estrategias, ¿cómo podemos integrarlo?
Teatro en las aulas
Emociones y comunicación
El teatro en sí mismo permite a los estudiantes explorar emociones, ponerse en el lugar de otros y practicar la empatía, esto es algo necesario para fortalecer su inteligencia emocional y para relacionarse con otras personas. Además, de forma muy natural los alumnos trabajarán sus habilidades de comunicación, desde el lenguaje, hasta el uso de gestos y cuerpo como parte del diálogo, lo que hará más sencillo para ellos expresarse y hacerse entender por los otros.
Fomento de la creatividad
El teatro es un espacio para la imaginación y la creatividad. Al desarrollar historias, los alumnos deben imaginar personajes, escenarios y situaciones diversas. Además, el montaje de una obra implica la resolución de problemas y el trabajo en equipo, la colaboración entre todos los miembros de la producción para dar solución a temas específicos
¿Y el aprendizaje?
El teatro puede utilizarse para enseñar contenidos de todo tipo, aunque normalmente lo relacionemos con las artes, por medio de la ficción podemos reforzar muchos tipos de aprendizajes e incluso conectar conocimientos de diversas áreas. Integrar en el desarrollo de las obras conceptos vistos en clase, fechas o sucesos importantes e incluso aplicar conocimientos científicos y matemáticos en temas como el desarrollo de la escenografía, el cálculo del aforo en el lugar o el trazo teatral es más sencillo de lo que nos imaginamos.
¿Qué otras opciones hay?
El teatro no se realiza de una forma solamente, aunque normalmente nos imaginamos a un actor sobre un escenario y quizá obras clásicas antiguas, el teatro ofrece muchas opciones y variedades diversas con las que podemos atraer a nuestros alumnos e involucrarlos en el proceso.
Uso de títeres o sombras:
Para los estudiantes más tímidos o para grupos de menor edad, el teatro de títeres o sombras puede ser una alternativa menos intimidante e igualmente efectiva para expresarse.
Integración con tecnología:
Combina el teatro con herramientas digitales, como la creación de videos o la edición de sonidos y efectos especiales, para hacer las representaciones más atractivas y modernas.
Considerar nuestra aula
Antes de poner en práctica alguna dinámica teatral es importante escuchar y observar a los miembros de nuestra aula, para algunos podría ser su primera experiencia con el teatro y para otros resultar abrumador, pues requiere cierta vulnerabilidad. Comienza por actividades sencillas en las que los principios del teatro sean utilizados, incluso el juego de rol es una buena opción. También puedes integrar lecturas dramatizadas o el uso de muñecos o máscaras.
Ten en cuenta que algunos estudiantes pueden sentirse incómodos al principio, respeta su ritmo y ofrece opciones para que participen de manera gradual. Así mismo, recuerda hacer del aula un espacio seguro donde se pierda el miedo al ridículo.
El teatro es una estrategia educativa versátil y enriquecedora que puede transformar el aula en un espacio de creatividad, colaboración y aprendizaje significativo. ¿Alguna vez lo has puesto en práctica en tu aula? ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¡Comparte con nosotros!