La vida actual corre a una velocidad que muchos encontramos abrumadora, estamos ocupados todo el tiempo, con preocupaciones constantes y con pendientes que nunca logramos terminar. Adicionalmente, la vida del docente suele estar llena de trabajo pendiente relacionado con la escuela, las evaluaciones, los alumnos, las juntas con los padres, la planeación. Es muy común que un docente se lleve trabajo a casa mientras intenta balancear su vida familiar con su vida como maestro, por lo que la fatiga crónica ha sido una consecuencia relativamente frecuente.
A pesar de la velocidad a la que se mueve el mundo actual y la exigencia con la que nos manejamos a diario, es importante encontrar espacios en los que cuidemos de nosotros mismos, no solo para poder continuar con nuestro ritmo de vida, sino para estar bien, para cuidar de nuestra salud, descansar, cuidar de nuestra mente y cuerpo.
Encontrar tu momento
Quizá para muchos de nosotros, pensar en una rutina en la que nos sintamos cómodos, descansados y relajados puede parecer muy difícil, casi imposible, pero es fundamental que logremos ese balance entre cumplir nuestras responsabilidades y cuidar de nosotros mismos. Aquí te dejamos algunos tips para encontrar tiempo que sea únicamente tuyo de la forma más sana posible.
Cinco minutos más en la mañana
Las mañanas, antes de salir de casa para el trabajo y la escuela, suelen ser caóticas y muy estresantes, andamos con el tiempo contado y con muchos deberes para cumplir, pero darnos cinco minutos cada mañana para pensar en nosotros mismos puede hacer la diferencia en la manera en que abordaremos el resto del día. No necesitas levantarte más temprano, aunque si tienes la energía para hacerlo quizá incluso podrías agregar otras actividades que te beneficien, pero en realidad se trata de hacer un espacio entre nuestra rutina para respirar conscientemente, escuchar una canción plenamente o escribir algo antes de lanzarnos a vivir la rutina del día a día.
Haz de esto lo primero de tu día y verás como la energía general aumenta, antes de despertar a los niños o de verificar pendientes antes de salir al trabajo, date solo cinco minutos para meditar o hacer algo por ti.
Antes de dormir
Algunos de nosotros no somos tan productivos en la mañana, pues nuestro ritmo natural nos lleva a ser más activos durante la noche o la tarde, por lo que meter una actividad más al levantarnos podría resultar demasiado. Si este es tu caso, haz el mismo espacio entre tus actividades pero antes de irte a la cama. No se trata de alargar más tus horas despierto, ni de cansarte de más cuando ya has tenido días agotadores, estas pequeñas actividades lo que harán será sumar a tu descanso y para tu beneficio.
Antes de dormir y cuando ya estás listo para meterte a la cama, date cinco minutos para meditar, para estirar, para dibujar, escribir o leer, unas cuantas líneas, una sola página, algunas respiraciones profundas son suficientes para cambiar el humor con el que nos vamos a la cama.
Haz algo por gusto
Nuestro día a día está repleto de responsabilidades, actividades que cumplimos por el simple hecho de la obligación y aunque estén relacionadas a algo que amamos, como la familia o la pasión por la docencia, el tener que realizarlas puede convertirse en una presión constante.
La mejor forma de aligerar nuestras obligaciones es a través del deseo y la pasión, escoge una cosa que desees hacer, sin que esta sea una responsabilidad más o que esté llena de expectativa por los resultados, haz algo que sea por el simple gusto de hacerlo, puede ser cantar a todo pulmón una canción, bailar durante unos minutos sin control, dibujar en una hoja en blanco o incluso iniciar actividades nuevas, como tomar clases de tejido, todo depende de la cantidad de tiempo que quieras y puedas invertir en ello. Lo importante es que sea algo que hagas por el gusto de hacerlo y no porque debes hacerlo.
Simplifica tus tareas
Todos los días invertimos mucho esfuerzo mental y tiempo en tomar miles de decisiones, desde los zapatos que usaremos ese día hasta las palabras para saludar a nuestros alumnos. Todo el tiempo estamos trabajando por tomar la decisión más acertada y la presión de tomar buenas decisiones puede ser demasiada. Para ahorrar un poco de tiempo y lograr un espacio para nosotros, podemos simplificar lo más posible estas tareas.
Escoge con antelación la ropa que usarás en el trabajo y de ser posible simplifica todo el proceso lo más posible, por ejemplo, elige una gama de color para la semana, así antes de abrir el closte cerrarás tus opciones a algo más sencillo. Lo mismo ocurre con las comidas diarias, elegir el menú de casa puede ser agotador, lo mejor es crear algunas opciones que se puedan rotar por varias semanas. La idea es que inviertas el menor tiempo posible en tomar decisiones cansadas y aproveches ese espacio en tu mente para cuidar un poco más de ti.
En el día a día nos puede costar mucho trabajo encontrar espacio para cuidar de nosotros mismos, pero iniciar con solo cinco minutos al día y con algunas tácticas que nos ayuden a disminuir el tiempo que invertimos en tareas comunes pueden ayudarnos mucho. ¿Cuáles tps compartirías al respecto?