Las escuelas son comunidades y como tales, representan una red de apoyo para todos los miembros de dicho grupo, muchas veces las escuelas se convierten en los centros donde colectivamente, maestros, padres y alumnos aportan sus ideas, reciben ayuda, se comunican y fortalecen sus lazos. Pero también, para muchos alumnos, a veces, la escuela se convierte en una especie de competencia, abrumados por la presión de ser los mejores alumnos o de demostrar sus habilidades, lo que hace muy difícil (y cada vez más mientras crecen) el pedir ayuda.
Para muchas personas, pedir ayuda es demostrar cierta debilidad o incapcidad ante los retos naturales del día a día y esto puede acenturse si a su alrededor las personas parecen avanzar sin demostrar ninguna problemática, lo cual se profundiza al tener esta visión del pedir ayuda. Todo lo anterior puede ser un contratiempo importante cuando de aprender se trata, pues expresar dudas, recibir retroalimentación y tener apoyo es una parte esencial de ser estudiante. ¿Cómo podemos inspirar a los alumnos para pedir ayuda?
Mentalidad de crecimiento
Lo más importante es cambiar el foco sobre lo que consideramos que es exitoso. Existe en nuestra sociedad una fuerte presión por ser los mejores en algo, por demostrar que no nos equivocamos y que somos vencedores en algún tipo de competencia, algo que se traslada comúnmente a la escuela como una presión sobre los estudiantes, para demostrar que son hábiles y capaces parece ser necesario nunca equivocarse. Esto en realidad representa solamente una cara del éxito, que además es un término muy relativo.
Estas actitudes no solo ejercen presión sobre todos, también afectan la motivación y el autoestima de quienes enfrentan dificultades más profundas que otros alumnos. Nosotros como docentes sabemos que los logros vienen asociados incondicionalmente a fracasos previos, al ensayo y error, y que el esfuerzo, el crecimiento personal no es comparable con el éxito de otros.
Por ello, una parte muy importante de nuestro papel como docentes es el de cultivar en nuestros alumnos una mentalidad de crecimiento, donde todos sepan que los logros personales son mucho más importantes que una calificación, que el equivocarnos es una parte esencial del proceso y que de hecho es lo que más necesitamos. De esa manera, requerir ayuda será algo natural para todos.
Ofrece apoyo como parte común del día a día
Sin duda llegar a pedir ayuda puede ser algo muy complejo, que implica no solo el aceptar que requerimos dicho apoyo para completar nuestras tareas, además requiere de habilidades sociales y superar la presión de nuestros pares, pues al presentar una conducta atípica, es más probable que recibamos algún tipo de reprobación social.
Una forma de abordar esto es ofrecer ayuda en lugar de esperar que los alumnos acudan a pedirla, será mucho más fácil acceder a ese proceso y al ser algo natural del día a día no tendrá el extra de la observación social. Crea un proceso periódico en el que los alumnos reciban ayuda como parte de su rutina diaria, dales tú la iniciativa y hazlo de forma natural.
Reflexiona sobre el tema
La dificultad para pedir ayuda es algo que puede afectar muchos tipos de procesos en nuestra sociedad, no solo para los estudiantes, para los adultos también representa un problema común el no saber cómo o no poder pedir ayuda, algo que nos hace vulnerables al no contar con el apoyo necesario para la vida diaria. Por eso es importante hacer énfasis en este tema, mostrarle a los alumnos que sus dificultades son naturales, pero hablar del por qué ocurren y sobre todo demostrarles que no tiene nada de malo, sino que es parte del ser humano puede implicar un gran apoyo para su futuro.
Utilizar historias donde los personajes se vean en la necesidad de pedir ayuda, organizar debates y ciclos de reflexión, donde los alumnos vean críticamente esas situaciones es un gran comienzo. Habla al respecto de forma natural y evita hacer señalamientos a estudiantes específicos.
Ofrece privacidad
Para muchos estudiantes hacer públicas sus dudas o dificultades, puede ser muy complicado, ya sea por su personalidad o por otro tipo de retos, algunos estudiantes podrían beneficiarse al disponer de un medio más privado de consulta, que no los exponga a sus compañeros y que permita expresar mejor sus dudas.
Puedes crear buzones para recibir cuestionamientos de forma anónima, esa puede ser una buena herramienta para estos casos. Nunca olvides que todos tienen derecho a la privacidad, antes de exponer a un estudiante pregúntale si se siente cómodo con eso.
¿Cómo animas a tus estudiantes a pedir ayuda? ¿Qué estrategias recomendarías?