Nadie es testigo de la gran diversidad que existe en los salones de clase como los docentes. En los últimos años, la prevalencia de algunos trastornos de desarrollo, barreras de aprendizaje y otros factores ha aumentado en las estadísticas de nuestras aulas, pero nosotros siempre hemos sabido que cada estudiante es diferente y que existen muchos factores que pueden hacerles la vida complicada a muchos de ellos.
Conocer a los alumnos, trabajar en estrategias útiles para integrar diferentes tipos de aprendizaje a nuestro salón ayuda mucho a que todas las diferencias confluyan, pero conocer más a detalle de qué se tratan las condiciones que hacen de los cerebros de cada persona tan particulares puede ser el verdadero factor con el que podamos abrir el aula para todos.
Síndrome de asperger y el espectro autista
Anteriormente se distinguía el diagnóstico de Síndrome de Asperger y de Autismo como si se tratara de dos condiciones distintas, sin embargo en años recientes se llegó a la conclusión de que estos dos diagnósticos correspondían a uno solo, por lo que se agruparon en el término de Trastorno de Espectro Autista (TEA), de modo que las personas que hayan recibido o reciban el diagnóstico de Síndrome de Asperger en sí se encuentran dentro del Espectro Autista.
A pesar de la información que hoy tenemos, el autismo está cercado por fuertes estereotipos dados por los medios de comunicación y otras fuente que pueden obstaculizar el desarrollo de las personas, por eso es importante conocer de cerca cuáles son las características del TEA y que implicaciones tiene para el desarrollo en el aula, así podremos formular acciones para que el aprendizaje y la colaboración entre alumnos sea más provechosa.
¿De qué se trata el espectro?
Este trastorno de desarrollo está conformado por características muy variables, pero es importante destacar que no afecta el intelecto ni la capacidad de las personas, más bien se trata de una diferencia en la forma en que nuestros cerebros procesan la información y perciben los estímulos. Se habla de un espectro porque aunque las características y signos son las mismas, la experiencia, la presentación y la complejidad de todo esto es particular para cada persona, por lo que en sí mismo el autismo ocupa un enorme espacio de posibilidades. Por ello se dice que si has conocido a una persona con autismo solo has conocido a una persona con autismo.
Procesamiento sensorial
Uno de los aspectos más importantes es el procesamiento sensorial, para muchas personas con autismo los estímulos del mundo pueden verse, sentirse y expresarse de forma muy distinta al resto del mundo. Algunas personas son hipersensibles a cierta clase de información sensorial, auditiva, visual o táctil, por lo que reaccionan de forma que a otros les parece exagerada ante ruidos fuertes, luces, abrazos, ropa, etc. Esa experiencia es dolorosa y puede llegar a desencadenar una crisis causada por la sobrecarga sensorial que se expresa de forma intensa. Por otro lado están quienes son hiposensibles, es decir que reciben menos información a través de los sentidos, por lo que buscan estimulación a través de texturas, sonido, movimiento etc.
En cualquiera de los dos casos es probable que alguien con autismo presente autoestimulación sensorial, conductas que ayudan a filtrar la información recibida del exterior o aumentarla para evitar crisis, por lo que ver a alguien mover de forma repetitiva las manos, balancearse, repetir palabras, tocar o jugar con algún objeto sin parar es relativamente común entre las personas dentro del espectro. Aunque esto podría parecer que la persona está totalmente concentrada en esa conducta y por lo tanto no prestando atención a la clase en realidad es al revés, autoestimularse les ayuda a filtrar la información y estar atentos a lo que les rodea. En clase podemos buscar estimulantes que no distraigan a otros, pero que ayuden a los alumnos con autismo a concentrarse mejor en la sesión.
Dificultades sociales
Debido a que las personas con TEA tienen dificultades para leer el lenguaje no verbal, para entender lenguaje figurado, así como las normas sociales no escritas, pero establecidas, es probable que no les sea fácil relacionarse con sus pares, haciéndolos parecer retraídos o antisociales. Quizá para algunos la interacción social no sea tan importante, pero para otros sí lo es, quizá algunos sean más tímidos o callados, mientras otros resultan extrovertidos y risueños, en realidad esto es no tiene nada que ver con el autismo sino con su personalidad, por lo que lo más importante es abrir la posibilidad de que los estudiantes se relacionen con sus compañeros y esto solo se puede lograr a través de la empatía, la comprensión y la aceptación de diversidad en el aula.
Es importante que comprendan que los estudiantes comparten muchas más cosas que las que los separan, sus intereses personales, su personalidad y sus gustos pueden ayudarnos a unir a la comunidad, mientras que conocer las razones y experiencias por las que son diferentes ayudará a aumentar la comprensión y la empatía. Abrir nuestra aula a la diversidad implica conocer mejor a los alumnos, permitir que se conozcan entre ellos, además de crear un ambiente seguro en donde todos sean escuchados.
La rutina
Otro de los aspectos más llamativos dentro del espectro y que podría causar algunas dificultades es la rutina. Para una persona con autismo la rutina es muy importante en su día a día, pues le permite sentirse seguro, confiar en su ambiente y evita que deba estar preocupado por lo que sucederá a continuación, algo que para alguien en el espectro puede resultar muy estresante.
Mantener una rutina dentro de nuestra aula puede ayudar mucho a que los estudiantes con autismo se mantengan atentos a la clase. Mientras que anticipar cualquier cambio en el ambiente o en el desarrollo de la clase puede ayudar mucho a que se sientan más cómodos ante la novedad de cualquier situación.
Lo importante para mejorar la convivencia dentro de la clase es aumentar la comprensión de nuestros estudiantes, así podremos sabremos cómo guiarlos para su aprendizaje.
¿Alguna vez has tenido alumnos con autismo en tu salón de clases? ¡Comparte con nosotros tus experiencias e ideas!