En general, las artes son un poderoso aliado para el aprendizaje de todos los estudiantes, tanto para el aspecto socio emocional, como cognitivo, pero la música es un elemento que puede transformar por completo la forma en que los alumnos se aproximan al conocimiento, así como su sensación al interior del salón de clases.
Se dice que la música es un lenguaje universal y aunque el lenguaje musical en sí es un cifrado que puede enseñarnos muchas cosas, la expresión a través de una melodía es una ruta directa a nuestras emociones. Y como docentes hemos aprendido que las emociones son la base para el aprendizaje profundo.
No es necesario que los profesores sean expertos en el área musical para integrarla a nuestras clases, con un poco de creatividad podemos lograr que nuestra aula sea un espacio musical, amigable y divertido para los estudiantes. Aquí te dejamos algunas ideas.
Ten a la mano listas de reproducción
Gracias a plataformas como Spotify o Youtube, tenemos la oportunidad de descargar cualquier cantidad de música, de todas partes del mundo y llevarla en nuestros dispositivos digitales, por lo que además no necesitamos llevar grandes reproductores musicales.
Una buena opción para agregar musicalización a nuestros salones de clases es musicalizar algunos momentos del día a día, pues según la selección y el momento de uso podríamos beneficiar la memoria, la atención y la concentración, las relaciones entre compañeros, incentivar la creatividad, mejorar el estado de ánimo, trabajar habilidades motoras, etc.
Nunca está de más pedirle a los alumnos que compartan sus canciones favoritas o dejarlos trabajar con música cuando la situación lo permite.
Diversifica los intereses de tus alumnos
Conocer los intereses musicales de tus estudiantes es un buen inicio para musicalizar el aula, no importa que las canciones o los géneros que proponen no sean tus favoritos, se trata de conocerlos y mostrar interés en lo que escuchan.
Además, mientras conoces sus canciones favoritas puedes preparar algunas propuestas para que los alumnos conozcan nuevos cantantes, música de otros lados del mundo, canciones distintas a las que escuchan normalmente, es mejor sumar propuestas que combatir sus gustos musicales. Juntos pueden investigar el trasfondo de los géneros musicales que escojan, las relaciones culturales entre música y paises del mundo, etc. No necesitas ser un experto, solamente compartir con ellos el interés.
Un método de estudio
El uso de la música para potenciar la memoria no es algo nuevo, todos nos hemos quedado con una canción durante días y días porque encontramos su ritmo pegajoso, divertido o interesante, y aunque la canción no sea de nuestras favoritas, podemos aprendernos la letra sin ningún problema con una o dos veces escuchada.
De esa misma forma, podemos aprovechar las canciones para estudiar, solamente con adaptar algunas letras con la información que vemos en el salón de clase y practicarlas durante la clase. Esta es una técnica de mnemotecnia que puede ayudar a los alumnos cuando necesitan recordar datos específicos, como las tablas de multiplicar, los nombres de las capitales, etc. Además podrán practicar su creatividad, al adaptar las letras.
¿Cómo docente has incluido música en tus clases con regularidad? ¿Crees que esto es un método interesante para el estudio?
¿Incluyes canciones en tu día a día? ¿Cómo reaccionan tus alumnos a este tipo de estímulos?