Ser docente es mucho más que un trabajo, para nosotros es un estilo de vida, implica mucha dedicación y vínculos profundos con los alumnos, relaciones con sus familias y un trabajo en equipo con el resto del cuerpo docente en la escuela. Sin duda, el ser maestro es uno de los empleos que pueden llegar a ser más absorbentes, lo que implica una relación compleja con los términos
¿Cómo lograr un mejor balance entre nuestros papeles como padres y como docentes?
El balance es diferente para cada uno
La visión que tenemos de la vida, de las cosas que nos parecen las más importantes, así como nuestras metas y objetivos son particulares para cada persona, por otro lado, nuestras fortalezas y obstáculos también difieren. Por ello es importante evitar compararnos con otros, cada uno de nosotros tiene posibilidades distintas y enfrenta escenarios dispares, necesitamos cosas diferentes, por lo que para nosotros una vida balanceada puede lucir muy diferente a la vida “ideal” de otra persona.
Tampoco podemos dejar de lado que la vida es cambiante, pasamos por distintas etapas en diferentes momentos y lo que a nosotros nos parecía balanceado al inicio del año, para verano es completamente diferente. A veces uno de los aspectos de nuestra vida puede demandar toda nuestra atención, pero al pasar cierta etapa podemos volver a prestar atención a otras tareas. Es importante que sepas que el ansiado balance no es un estado lineal y permanente, requiere de adaptación al cambio.
Priorizar es importante
Precisamente porque no siempre todo permanece igual es que tenemos que ser muy atentos con lo que hacemos, observadores y críticos para priorizar nuestras necesidades, las de nuestra familia e incluso las de nuestros alumnos. Aprender a priorizar tareas nos ayudará a dejar de lado tareas que en momentos de mucho trabajo o estrés nos hacen sentir culpables por no realizarlas o nos causan estrés innecesario porque pensamos que es fundamental llevarlas a cabo.
Recuerda que es imposible hacerlo todo y mucho menos al mismo tiempo. La prioridad siempre debes ser tú mismo, cubrir tus necesidades, cuidar de tu bienestar es lo más importante de todo, no porque tu familia o tu trabajo no sean fundamentales, sino porque si tú no te encuentras bien te será imposible atender a otros. Cuida tu salud física y mental, las actividades que te ayuden a llevar a cabo esto deben ser las primeras en tu lista de prioridades.
Diariamente podrías hacer el ejercicio de dividir tus actividades en tres categorías, las que son realmente fundamentales, las que son importantes y las que a pesar de ser importantes, puedes posponer o dejar pasar. Para dividir estos aspectos necesitas observar las tareas de manera objetiva, sin que la culpa nuble tu juicio y con la vista puesta en lo verdaderamente necesario.
Aprender a decir que no
Este aspecto es quizá uno de los más difíciles para nosotros, pues en general nos encanta ayudar a los demás, involucrarnos en nuevos proyectos, trabajar en equipo y aprender cosas nuevas, pero esto puede llevarnos a una sobrecarga de trabajo en diferentes ámbitos. Es necesario conocer nuestros límites y valorar nuestro tiempo antes de decidir agarrar nuevos proyectos o cargar con otras responsabilidades.
Evita la culpa
Es común que la culpa nos acompañe en diferentes situaciones, como padres al pasar menos tiempo con la familia, como docentes la sentir que descuidamos nuestras actividades, así como en muchos otros aspectos, por lo que priorizar tareas o decir que no a diferentes proyectos resulta difícil, pues nos parece que deberíamos estar haciendo muchas otras cosas. Esto también los aleja de actividades para nuestro cuidado o de disfrutar actividades que hacemos por placer.
Trabajar con esta sensación es importante, recuérdate que lo más importante es tu bienestar y cuando te asalte la culpa por algo en particular conversa contigo y vuelve a destacar las razones por las que tomaste esa decisión. Recuerda que muchas veces las cosas son temporales y quizá en otros momento podrás volver a esas cosas que dejaste de lado.
Ser madre o padre, trabajar como docente y cumplir con nuestros papeles en toda situación puede ser mucho más complejo de lo que parece, pero buscar el balance es necesario. ¿Cómo has hecho tú para balancear tu vida? ¡Comparte tus ideas con nosotros!