Es una frase breve, original que busca generar empatía con quien la escucha, lema que se dice de manera incesante con el objetivo de incrustarlo en la mente de un número importante de personas, para vender una idea o concepto, más que un producto. Si el eslogan cumple su función, es más sencillo vender. En la política actual, al estar tan mercantilizada, el eslogan sirve para vender la idea que X candidato (a) es la mejor opción, el producto se vuelve el candidato y comprarlo implica votar por él o ella. Algunos ejemplos de eslogan más conocidos en nuestra historia política fueron: López Portillo, “Defenderé nuestro peso como perro” (pero como perro chihuahua); Salinas de Gortari, “Solidaridad” (¿Con quién? eso no dijo); Zedillo, “Bienestar para la familia” (¿presidencial o cuál?); Fox, “El gobierno del cambio” (porque no habrá billetes); Calderón, “El presidente del empleo” (es que el “des” se cayó en el camino);