La familia de María Ignacia Rodríguez de Velasco pertenecía a la clase alta de la época. Sus padres fueron Antonio Rodríguez de Velasco y María Ignacia Osorio Barba y Bello Pereyra.
Muchos historiadores la consideran como un personaje emblemático de la Independencia, ya que mantuvo una relación amorosa con Agustín de Iturbide, futuro emperador de México, sobre el que ejerció una gran influencia política, además ayudó en la promulgación del Plan de Iguala, gracias al que la Independencia de México pudo avanzar. Asimismo, sus biógrafos aseguran que mantuvo amoríos con el libertador Simón Bolívar y con el explorador y naturalista alemán Alexander von Humboldt.
En 1794 se casó con José Jerónimo López de Peralta de Villar Villamil con el que procreó 4 hijos.
El matrimonio tenía muchos problemas y según las crónicas, el 4 de julio de 1802 María Ignacia acusó a su esposo de intento de asesinato, argumentando que la había golpeado e intentado dispararle, lo cual fue causado por los celos del marido que la acusó de tener varios amantes. López de Peralta falleció en 1805 antes de que se pudiera declarar nulo el matrimonio.
La Güera Rodríguez contrajo nupcias en dos ocasiones más. La primera, con un hombre mucho mayor que ella y además muy rico, Mario Briones quien murió meses más tarde heredando a su hermosa viuda. El tercer esposo fue Manuel de Elizalde.
Gracias a la herencia que le dejó su segundo esposo, pudo financiar la causa independentista. El 22 de marzo de 1811 se le acusó ante la Inquisición de estar relacionada con el cura Hidalgo, sin embargo no pudieron comprobar nada y fue absuelta y exiliada en Querétaro por algún tiempo.
El 1 de noviembre de 1850 en la Ciudad de México, falleció la Güera Rodríguez, su último marido Manuel de Elizalde, se convirtió en sacerdote después de la muerte de su esposa.
Algunas personas aseguran que la imagen de la Virgen en el lado derecho del altar de la iglesia de La Profesa, esculpida por el famoso artista Manuel Tolsá es muy parecida a ella.