“No es lo mismo terciopelo, pelo y pelusa” La clase política en términos de beneficios sociales sería el terciopelo. Se usa esta expresión para hablar de los dirigentes que conducen al país. Esta frase contiene una carga de desprecio donde se asume a los mandatarios como seres indiferentes que habitan en una realidad distinta de la del resto de la población. Esta frase se acuña desde la ideología fascistas en donde sólo existen dos clases de personas, la de los gobernantes (los menos) y la de los gobernados (los muchos).