En esta fecha, se reunieron por primera vez en Xochimilco, Francisco Villa conocido como el Caudillo del Norte y Emiliano Zapata como el Caudillo del Sur.
Los caudillos no se conocían, por ello esta reunión fue muy importante ya que se consolidaba la alianza entre ambos. Asimismo, establecieron los límites territoriales de su poder y las estrategias militares para derrocar el carrancismo al cual consideraban traidor de las causas sociales de los campesinos.
Ambos caudillos se comprometieron en implementar el Plan de Ayala hasta lograr derrocar a Carranza como presidente y garantizar que se realizaran nuevas elecciones.
En el Plan de Ayala, promulgado por Emiliano Zapata, también se establecía el reparto de las tierras a campesinos e indígenas y acordaron llevar a la presidencia de la República a un civil.
Tras la firma del Pacto de Xochimilco, los ejércitos revolucionarios marcharon por las calles de la capital mexicana y al llegar a Palacio Nacional, Villa se sentó en la silla presidencial, momento que quedó inmortalizado en una fotografía.