De acuerdo a las cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), uno de cada 10 niños en todo el mundo están en situación de trabajo infantil. Si bien es cierto que el número de niños en situación de trabajo infantil ha disminuido a 94 millones desde 2000, la tasa de reducción se desaceleró en dos tercios en los últimos años. La crisis provocada por la COVID-19 amenaza con revertir años de avances para afrontar el problema.
Una de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 exige el fin del trabajo infantil en todas sus formas para 2025.
Acabar con el trabajo infantil requiere de una acción inmediata, para ello se requiere de la participación comprometida de las asociaciones civiles en coordinación con los gobiernos de los países. .
Compartimos algunos datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que muestran la gravedad de las condiciones en que viven muchos niños:
En algunas regiones, los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle. Cuándo calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad específica dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo en cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza, y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país a otro y entre uno y otro sector.