La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que en tiempos convulsos e impredecibles como los actuales, en los que muchas personas sienten una creciente sensación de inseguridad, desencanto y alienación, el tema del Día de los Derechos Humanos busca reafirmar los valores de los derechos humanos y mostrar que siguen siendo una apuesta ganadora para la humanidad.
Con esta campaña, la ONU quiere reconectar a las personas con los derechos humanos, mostrar cómo estos dan forma a nuestra vida cotidiana, con frecuencia de maneras que quizás pasan desapercibidas. Con frecuencia los derechos humanos se dan por sentados o se perciben como ideas abstractas, pero son elementos esenciales de los que dependemos cada día.
Al acercar los principios de los derechos humanos a las experiencias cotidianas, se pretende despertar conciencias, inspirar confianza y fomentar la acción colectiva.
Los derechos humanos son positivos, esenciales y alcanzables.
Los derechos humanos son POSITIVOS
No sólo protegen, también aportan alegría, felicidad y seguridad en la vida cotidiana. Los derechos humanos son realidades vividas: están en los alimentos que comemos, en el aire que respiramos, en las palabras que pronunciamos, en las oportunidades que perseguimos y en las protecciones que nos mantienen a salvo.
Los derechos humanos son ESENCIALES
Son aquello que todos compartimos, una base en común que nos une más allá de las diferencias de raza, género, creencias u orígenes. En un mundo marcado por la incertidumbre, los derechos humanos constituyen nuestra constante cotidiana. Ante la inestabilidad, nuestros derechos a la seguridad, a la libertad de expresión y a la participación en la toma de decisiones se convierten en la base de nuestras vidas.
Los derechos humanos son ALCANZABLES
Comienzan con nosotros, con las pequeñas decisiones diarias: tratar a los demás con respeto, alzar la voz frente a una injusticia y escuchar a quienes frecuentemente son ignorados. Lo que hacemos y decimos cada día importa más de lo que imaginamos; construye a nuestro alrededor una cultura de dignidad y justicia. Pero los derechos humanos también dependen de la acción colectiva, cuando comunidades, movimientos y naciones se unen para exigir justicia e igualdad.
La Declaración Universal de Derechos Humanos consagra los derechos de todos los seres humanos.
Desde el derecho a la educación hasta la igualdad salarial, la Declaración estableció por primera vez los derechos indivisibles e inalienables de toda la humanidad.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible mantiene explícitamente que se basa en la Declaración y que dicha agenda debe aplicarse de forma que se hagan realidad los derechos humanos.