La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el cultivo de tabaco es perjudicial para nuestra salud, la de los agricultores y la del planeta. Asimismo, menciona que la industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco, con lo que contribuye a la crisis alimentaria mundial.
La campaña para este 2023, solicita a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición.
Objetivos de la campaña
La variable clave para medir el éxito de la campaña sería el número de gobiernos que se comprometieran a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco.
La producción de tabaco causa daños directos al medio ambiente, además de matar cada año a más de 8 millones de personas.
La OMS asegura que las empresas tabacaleras causan serios daños al medio ambiente y estos se incrementan año con año, lo cual agrava innecesariamente la escasez de los recursos y la fragilidad de los ecosistemas.
La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales. La celebración de este día es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco. El consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria.