Este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dedica el Día Internacional de la Educación al papel crucial que desempeñan la educación y los docentes en la lucha contra el discurso de odio, un fenómeno que se ha multiplicado en los últimos años con el uso de las redes sociales, dañando el tejido social.
El mundo está presenciando una oleada de conflictos violentos paralela a un aumento alarmante de la discriminación, el racismo, la xenofobia y el discurso de odio. El impacto de esta violencia trasciende cualquier frontera geográfica, de género, de raza, de religión, de política, fuera de línea y en línea.
La UNESCO asegura que el compromiso activo con la paz es hoy más urgente que nunca: la educación es fundamental para este esfuerzo, como lo subraya la Recomendación de la UNESCO sobre la educación para la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible .
Asimismo, menciona que el aprendizaje para la paz debe ser transformador y ayudar a empoderar a los estudiantes con los conocimientos, valores, actitudes, habilidades y comportamientos necesarios para convertirse en agentes de paz en sus comunidades.
Los mensajes de odio y las teorías de conspiración que apuntan a las comunidades y las convierten en chivos expiatorios son cada vez más frecuentes en las plataformas en línea. Una encuesta reciente realizada por la UNESCO e IPSOS en 16 países encontró que el 67% de los usuarios de Internet dicen haber encontrado discursos de odio en línea y el 85% dice estar preocupado por el impacto y la influencia de la desinformación sobre sus conciudadanos, considerándola una amenaza real capaz de de sociedades desestabilizadoras.
Tras el ataque terrorista de Hamás contra civiles israelíes el 7 de octubre de 2023, la Liga Antidifamación observó un aumento del 337% en los incidentes antisemitas en Estados Unidos, del 320% en Alemania y del 961% en Estados Unidos. Así como un aumento del 818% en los Países Bajos en comparación con los últimos tres años. El Instituto para el Diálogo Estratégico (ISD), con sede en el Reino Unido, también descubrió que el volumen de discursos antimusulmanes en YouTube se multiplicó por 43 entre los cuatro días anteriores y posteriores al ataque.