Francisco Villa rechazó de manera enérgica al gobierno de Carranza, que más tarde fue derrocado. Villa inconforme con la política de esa época continúa con sus batallas e invasiones, generando incomodidad a algunos políticos.
Después de que invadió Columbus, Nuevo México, Estados Unidos, el 9 de marzo de 1916, matando a varios ciudadanos de ese estado aunado al derrocamiento de Carranza, Adolfo de la Huerta quien asume la presidencia invita al General Villa a deponer sus armas y a que se retire.
El Caudillo del Norte acepta no sin antes presentar sus exigencias para acceder a retirarse a la vida tranquila y sin armas. Aceptadas sus peticiones, se firma el Pacto de Sabinas el 28 de julio del 1920.
Este pacto estableció los siguiente acuerdos:
Retiro a la vida privada y sin armas del General Villa.
Entrega de la propiedad “Rancho del Canutillo” (Hacienda) con los derechos de propiedad, y 25 hectáreas de tierras.
Una escolta de 50 personas designados por él mismo y que serían de su propio ejército pero que dependerían de la Marina o de la Secretaría de Guerra de México, quienes también pagarían sus servicios como escoltas.
Las personas que eran parte del ejército de Pancho Villa se les daría espacio y tierras para que vivieran y trabajaran en ellas, también por el lapso de un año financiados por el gobierno.
A otros se le permitiría seguir la carrera de armas y podrían integrarse al ejército del estado de México.