Nació en la hacienda de San Miguel Nepantla, Estado de México, aunque se encontró una fe de bautismo en la parroquia de Chimulhuacán, donde también se dice que nació el 2 de diciembre de 1648. Hija ilegítima, por lo que sus primeros años estuvo a cargo de su abuelo materno.
Desde pequeña era una niña muy inteligente, un caso prodigio, pues aprendió a leer y a escribir a los 3 años de edad. Siempre fue una niña activa y curiosa, le gustaba mucho leer y hacer preguntas.
Cuando muere el abuelo es enviada a la casa de su hermana, en la capital, donde a parte de aprender las labores domésticas, también estudia latin. Más tarde ingresa a la Corte Virreinal como dama de honor de la esposa del Virrey.
Negada al matrimonio, decide ingresar al convento de las Carmelitas Descalzas el cual tuvo que abandonar por una enfermedad. Años más tarde profesa en el Convento de San Jerónimo donde se queda hasta su muerte. Como religiosa tuvo la oportunidad de escribir música, poesía y algunas obras teatrales.
En el convento se desempeñó como contadora y archivista, lo cual le permitió estudiar y escribir. Los expertos la consideran como la última gran poeta de los Siglos de Oro de la literatura en español.
Sus biógrafos aseguran que a los años escribió su primera Loa eucarística. En el convento, escribía textos y obras literarias por encargo, pero además también realizaba otras porque le encantaba escribir. Su confesor Antonio Núñez de Miranda cuestionó su actividad porque no le parecía adecuada por ser religiosa y mujer, por lo que ella lo despide como su confesor.
En 1991 escribe “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz “ para contestar la Carta del obispo, quien había recomendado no alejarse de la religión. Esto la llevó a que deba deshacerse de su biblioteca de más de 4.000 volúmenes y no volver a escribir y dedicarse de lleno a las obras religiosas de su orden.
Sor Juana Inés de la Cruz fue una erudita autodidacta, rebelde y defensora de los derechos de las mujeres.
Entre sus obras destacan:
“Inundación castálida”.
“El cetro de José” (Obra religiosa)
“El Divino Narciso” (Obra religiosa)
“El Sueño” (Obra romántica)
Sor Juana Inés de la Cruz falleció de tifus en Ciudad de México el 17 de abril de 1695. Fue sepultada en el coro bajo de la iglesia del templo de San Jerónimo, donde actualmente se asienta la Universidad Claustro de Sor Juana, en esta capital.