La ONU sostiene que la biodiversidad es la base que sustenta toda la vida en la tierra y debajo del agua y tiene injerencia directa sobre todos los aspectos vinculados con la salud humana, en virtud de que provee de agua, aire, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y mitigación del cambio climático. Modificar un elemento afectaría todo el sistema de vida y traería consecuencias graves.
La deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el equilibrio de la naturaleza. Se necesitan los recursos de 1,6 planetas Tierra para satisfacer la demanda de los humanos cada año. La ONU advierte, que si continuamos en este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.
Asimismo, menciona que la reciente aparición de la COVID-19 ha puesto en evidencia que cuando se afecta a la biodiversidad se altera el sistema que sustenta la vida humana. Actualmente, en el mundo, de acuerdo a las cifras de ese organismo, mil millones de personas son contagiadas cada año y millones de ellas mueren debido a las enfermedades causadas por los coronavirus; y alrededor de un 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes se transmiten de animales a personas.
La restauración de ecosistemas puede tomar muchas formas: plantar árboles, reverdecer ciudades, reintroducir especies silvestres en los jardines, cambiar la dieta o limpiar ríos y costas. Esta es la generación que puede hacer las paces con la naturaleza.
La Asamblea General estableció desde 1972, esta fecha como el día en que se debe de reconocer la importancia del cuidado de nuestro medio ambiente. Es importante crear y sensibilizar a la población general respecto de la necesidad de preservar y mejorar el medio ambiente. Ee mismo año, se inauguró en Estocolmo la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).