Durante la Revolución Mexicana, las mujeres y los niños, en su mayoría campesinos, jugaron un papel determinante.
Las mujeres eran las encargadas de procurar los alimentos, de lavar la ropa y de cuidar a los heridos de las batallas. Asimismo, fueron parte de las estrategias de combate ya que muchas de ellas fungieron como espías, y también tuvieron una participación activa en el tráfico de armas.
Es bien sabido que muchas de ellas, participaron en los combates al lado de sus parejas, razón por la cual se les llamaba “Las Soldaderas”.
La participación de los niños era de acuerdo a su edad. Los menores de 5 años apoyaban a las mujeres en el cuidado de los animales, en el acarreo de agua y en llevar los alimentos a la tropa.
Los menores entre 7 y 9 años comenzaban a participar en los trabajos de apoyo a la tropa, y a los 10 años ya se les asignaban labores específicas de guerra y se les daba entrenamiento militar como el uso de las armas. Además eran utilizados en labores de espionaje.