La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que son las mujeres rurales las que aseguran la mitad del sustento alimenticio planetario y las que custodian el medio ambiente y la biodiversidad. Como agricultoras han aprendido a hacer frente al cambio climático y adaptarse a él, por ejemplo, practicando una agricultura sostenible, cambiando al uso de semillas resistentes a la sequía o liderando iniciativas de reforestación y recuperación.
A través de su conocimiento ancestral o capacidades como agricultoras, empresarias o activistas, lideran iniciativas de concientización y desarrollan estrategias de resiliencia en sus comunidades. Su participación es crucial para identificar riesgos y proteger a sus familias y comunidades, convirtiéndolas en agentes de cambio frente al calentamiento global por el bien de esta generación y las futuras generaciones.
El cambio climático tiene un impacto más acentuado en las mujeres, sobre todo las indígenas y campesinas cuya dependencia agrícola, condiciones de vida y marginalización, las exponen en mayor grado a los cambios en el clima, la pérdida de diversidad y la contaminación.
Este Día Internacional se desarrolla bajo el lema "Mujeres rurales como sostenedoras de la naturaleza para nuestro futuro colectivo: construir resiliencia climática, conservar la biodiversidad y cuidar la tierra para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas".
La ONU hace un llamado a todos los países miembros para que promuevan su labor como proveedoras de alimentos y protectoras del medio ambiente, reivindicar su participación en la toma de decisiones dentro de sus comunidades y promocionar las zonas rurales en las que puedan contar con las mismas oportunidades que los hombres.
Y es que, si las mujeres rurales tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre 2.5% y 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente entre un 12% y un 17% de acuerdo a la La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Lamentablemente las mujeres tienen menos acceso a una serie de recursos: desde derechos sobre la tierra y concesión de créditos hasta la educación y la tecnología. Si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, el rendimiento agrícola podría aumentar entre un 20 y un 30 por ciento, por lo que alimentarían a entre 100 y 150 millones de personas más.
La ONU menciona que cada día de temperaturas extremadamente altas, el valor total de los cultivos producidos por las agricultoras disminuye un 3% más que los cultivos producidos por los hombres. Si la temperatura media a largo plazo aumentase 1 grado Celsius, los hogares liderados por mujeres perderían un 34% más de ingresos, en comparación con los demás.