La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el lema 2024 “Sé parte del plan con el propósito de que los gobiernos, pueblos indígenas, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales, legisladores, empresas y ciudadanos colaboren activamente en la implementación del Plan de Biodiversidad, compartiendo sus contribuciones y comprometiéndose con la causa. Asimismo asegura que todos tenemos un papel vital que desempeñar y podemos contribuir significativamente al éxito del plan.
Además, este organismo asegura que la comunidad en general debe analizar la relación con el mundo natural, es cierto que a pesar de todos nuestros avances tecnológicos, dependemos por completo de ecosistemas saludables y vivos si queremos disponer de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio y energía, solo por nombrar algunos ejemplos. Por lo que es urgente respetar, proteger y reparar nuestra riqueza biológica.
Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3,000 millones de personas. Más del 80% de la dieta humana está basada en plantas y, aproximadamente el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales obtenidos de la vegetación de su entorno.
Los bosques, amenazados por la deforestación, así como otros ecosistemas, son de vital importancia para sustentar la vida en la Tierra y juegan un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
La salud de nuestro planeta también juega un papel importante en la aparición de enfermedades transmisibles entre animales y humanos. A medida que continuamos invadiendo ecosistemas frágiles, nos ponemos en contacto cada vez mayor con la fauna silvestre, lo que permite que los patógenos de la vida silvestre se extiendan al ganado y a los humanos.
Si bien cada vez somos más conscientes de que la diversidad biológica es un bien mundial de gran valor para las generaciones presentes y futuras, el número de especies y ecosistemas disminuye a un ritmo acelerado debido a la actividad humana.
La ONU menciona que la actividad humana ha alterado el medio ambiente terrestre en un 75% y el marino en un 66% además un millón de especies de animales y vegetales están en peligro de extinción.