Los historiadores la consideran como una “revolucionaria tenaz”, ya que luchó junto a su madre y hermano en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, bajo el sobrenombre de “Marcos Serratos”. Ella, con el riesgo que significaba estar en contra de Díaz, se dedicó a imprimir y repartir proclamas, así como también a la distribución de armas entre los opositores del régimen.
Mujer valiente, que de manera clandestina pegaba propaganda anti porfirista y fabricaba bombas con pólvora y dinamita.
El 18 de noviembre de 1910, soldados y policías porfiristas llegaron a su casa y se registró un tiroteo que duró muchas horas. Ahí murió su hermano Aquiles y ella fue a la cárcel. Más tarde se incorporó como enfermera en los hospitales de las fuerzas combatientes. Al triunfar el constitucionalismo, Carmen se retiró de la vida pública.