A Vicente Guerrero se le consideró un brillante militar, ya que demostró ser valiente y un gran estratega. Cuando muere Morelos asume el mando del movimiento insurgente.
Después de que Iturbide es obligado a dejar el mando, se convocaron a elecciones, ganando Manuel Gómez Pedraza, lo cual originó mucho descontento provocando la anulación de las mismas. En medio del descontento, se nombra a Guerrero Presidente de México.
Meses más tarde, el Plan de Jalapa se promulga por su propio Vicepresidente Antonio Bustamante, quien lo acusa de violar la Constitución y da inicio una nueva rebelión que obliga a Guerrero a dejar la presidencia en diciembre de ese mismo año.
En el corto tiempo que gobernó Guerrero, se impulsó la educación gratuita y se dieron los primeros pasos para realizar una reforma agraria. Asimismo, mediante decreto abolió la esclavitud.
En un intento por recuperar el poder, es aprehendido, juzgado, condenado a muerte y fusilado el 14 de febrero de 1831.