La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso y menos del 10% se recicla.
Asimismo, estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Eso equivale al peso de alrededor de 2200 Torre Eiffeles juntas.
Además, los microplásticos, que son partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm, invaden los alimentos, el agua e incluso el aire.
La ONU calcula que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas. Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.
Para enfrentar este problema mundial, es necesario utilizar los avances científicos y las soluciones existentes. Asimismo, es urgente que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas amplifiquen e implementen medidas eficaces dirigidas.
Por lo antes mencionado, la ONU reitera la importancia de que en el Día Mundial del Medio Ambiente se implementen medidas ambientales transformadoras en todos los rincones del mundo.
La Asamblea General estableció desde 1972, esta fecha como el día en que se debe de reconocer la importancia del cuidado de nuestro medio ambiente. Es importante crear y sensibilizar a la población general respecto de la necesidad de preservar y mejorar el medio ambiente.
Se eligió este día, ya que en 1972 se inauguró en Estocolmo la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).