La Organización de las Naciones Unidas (ONU), destaca el papel transformador que desempeñan las personas mayores en la construcción de sociedades resilientes y equitativas. Lejos de ser personas pasivas, son impulsoras del progreso y aportan sus conocimientos y experiencia en ámbitos como la equidad en la salud, el bienestar económico, la resiliencia de las comunidades y la defensa de los derechos humanos.
La ONU creó un grupo de trabajo de composición abierta encargado de redactar un instrumento jurídicamente vinculante para promover y proteger los derechos humanos de las personas de edad. Este paso histórico refleja el creciente reconocimiento de las personas de edad como titulares de derechos y agentes de cambio.
La evolución demográfica hace que la acción sea más urgente que nunca. Las personas de edad son un segmento de la sociedad en rápido crecimiento, especialmente en los países en desarrollo. Las políticas que empoderan a este grupo de edad, garantizan el acceso equitativo a la atención sanitaria y la protección social y eliminan la discriminación son esenciales para el desarrollo sostenible en un mundo que envejece. Al amplificar las voces de las personas de edad y reconocer sus contribuciones, el Día Internacional de 2025 sirve de plataforma para que las personas de edad expresen sus aspiraciones, defiendan sus derechos y reclamen políticas que garanticen su dignidad y bienestar.
Este organismo, asegura que el número de personas mayores de 60 años se ha duplicado, pasando de unos 541 millones en 1995 a 1,200 millones en 2025, y se prevé que alcance los 2,100 millones en 2050. En 2080, las personas mayores de 65 años superarán en número a los menores de 18 años.
Asimismo, menciona que la esperanza de vida mundial alcanzó los 73.5 años en 2025, lo que significa un aumento de 8.6 años desde 1995. El número de personas de 80 años o más aumenta aún más rápidamente y se prevé que supere el número de bebés a mediados de la década de 2030 y alcance los 265 millones.
En la medida en que la población envejece, aumenta la demanda de asistencia sanitaria y social, especialmente para las personas con enfermedades como la demencia, una de las principales causas de dependencia y discapacidad en las personas mayores. La atención especializada es ahora indispensable para satisfacer estas necesidades crecientes.
Las mujeres, que constituyen la mayoría de los receptores de cuidados y cuidadores, representan casi el 70% de las horas de cuidados informales en todo el mundo. Esto ocurre sobre todo en los países de renta baja y media con servicios de cuidados limitados, lo que hace a las mujeres más vulnerables a la pobreza en la vejez.
El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 1 de octubre Día Internacional de las Personas de Edad.