ONUSIDA asegura que las desigualdades que perpetúan la pandemia de sida no son inevitables, por lo que es importante abordarlas. En este Día Mundial del Sida, hoy 1 de diciembre, ONUSIDA insta a todos y cada uno de nosotros a abordar las desigualdades que están frenando el progreso para poner fin al sida.
El eslogan “Igualdad Ya” es una llamada a la acción, se busca que tanto gobiernos como sociedad impulsen acciones prácticas que son necesarias para abordar las desigualdades y ayudar a poner fin al sida. Por lo que ONUSIDA recomienda las siguientes acciones:
Los nuevos datos de ONUSIDA sobre la respuesta mundial al VIH revelan que durante los dos últimos años de la COVID-19 y otras crisis mundiales, el progreso contra la pandemia del VIH ha decaído, los recursos se han reducido y, como resultado, hay millones de vidas en riesgo.
Tras cuatro décadas de respuesta al VIH, las desigualdades persisten en los servicios más básicos, como el acceso a las pruebas de detección, el tratamiento y los preservativos, y son aún mayores en el caso de las nuevas tecnologías.
Las mujeres jóvenes africanas siguen siendo desproporcionadamente las más afectadas por el VIH, mientras que la cobertura de los programas específicos dirigidos a ellas se mantiene a la baja. Son 19 países africanos los que son los más afectados, los programas específicos de prevención combinada para chicas adolescentes y mujeres jóvenes están activos sólo en el 40% de los lugares de alta incidencia del VIH.
Únicamente un tercio de las personas de los grupos de población clave, entre los que se incluyen a los homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas trans, los consumidores de drogas, los trabajadores sexuales y los prisioneros, tienen acceso regular a la prevención. Los grupos de población clave se enfrentan a importantes barreras legales, como la criminalización, la discriminación y el estigma.
ONUSIDA asegura que solo se cuenta con ocho años para alcanzar el objetivo de 2030 de poner fin al sida como amenaza para la salud mundial. Las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales deben abordarse con urgencia. En una pandemia, las desigualdades no hacen sino exacerbar el peligro para todos. De hecho, el fin del sida sólo puede lograrse si se enfrentan las desigualdades que lo impulsan. Los gobernantes mundiales deben actuar con un liderazgo audaz y responsable. Y todos nosotros, desde todos los rincones del mundo, debemos hacer todo lo posible para ayudar también a abordar las desigualdades.
Desde 1988 se conmemora este día, ese año fue declarado como el Año de la Comunicación y la Cooperación sobre el SIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso esta fecha para declararla Día Mundial de la Salud, la cual fue apoyada por las Asambleas Mundial de la Salud y de la General de las Naciones Unidas. En el 2011, se cambió el nombre a Día Internacional de la Lucha contra el SIDA.