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“La mujer instruida comprende bien los sacrosantos deberes que la ligan a la familia y procura cumplirlos religiosamente. La educación de la mujer es el único medio de conseguir la felicidad de la gran familia humana.” Rita Cetina
Nació en la ciudad de Mérida, hija del Coronel Don Pedro Cetina. En sus primeros años, conoció de las brutalidades de la Guerra de Castas que se vivió por casi 50 años en el Estado de Yucatán, por lo que la educación escolar la recibió en casa y en una pequeña escuela particular.
Desde muy joven mostró su gusto por la lectura de obras clásicas e históricas, lo que la llevó a escribir poemas. La primera escuela pública para niñas en Mérida se inauguró en 1846 lo cual fue un singular evento para la población ya que la educación para las señoritas se daba en escuela privadas.
En 1870, con el apoyo de otras mujeres, fundó la primera escuela gratuita y laica y un periódico del que Rita era la editora responsable. La escuela se mantenía de las ventas del periódico. Tanto la escuela como el periódico, recibieron el nombre de “LA SIEMPRE VIVA”.
La escuela obtuvo muy buenos resultados y estos llamaron la atención de las autoridades por ello en 1877 Rita Cetina Gutiérrez fue nombrada directora del Instituto Literario de Niñas. La Siempreviva fue la primera escuela que proporcionó educación a nivel secundaria a niñas y a mujeres en Yucatán.
Rita Cetina Gutiérrez matriculó a 60 estudiantes para comenzar las clases en La Siempreviva, y creó un programa educativo que incluía en el nivel básico lectura, escritura, costura, gramática y aritmética. En el nivel superior se impartía geometría, geografía, derecho constitucional, astronomía, música y oratoria.
Para 1877, La Siempreviva contaba con 218 estudiantes; en 1902, año en que Rita Cetina se retiró por motivos de salud, con 550. Siempre se pronunció por la educación laica.
Rita Cetina se caracterizó por siempre querer mejorar los aspectos educativos en favor de la igualdad de género y perfeccionar la educación para las mujeres.
Los biógrafos de Rita Cetina aseguran que el apoyo que dió a las niñas pobres se debió en medida a que ella debía su educación a un benefactor que ayudó a su familia cuando asesinaron a su padre cuando apenas ella era una adolescente de 14 años.
Asimismo, fundó la Sociedad Científica y Literaria en 1870, así como también una revista que llevaba el mismo nombre.
Por problemas de salud se retiró en 1902 y se fue a vivir al Estado de Campeche donde falleció a los 62 años de edad.