El 26 de octubre de 1966, la UNESCO proclamó el 8 de septiembre Día Internacional de la Alfabetización. Desde 1967, se celebra para que los gobiernos establezcan campañas permanentes de alfabetización para combatir la desigualdad social. Este día se ha celebrado anualmente en todo el mundo para recordar al público la importancia de la alfabetización como una cuestión de dignidad y derechos humanos y para promover el programa de alfabetización encaminado a lograr una sociedad más alfabetizada y sostenible.
La alfabetización es un componente clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dentro del marco de la Agenda 2030
En este 2020 se hará hincapié en la enseñanza de la alfabetización y el aprendizaje durante la crisis de la COVID-19 y destacando el papel desempeñado por los docentes y la evolución de las pedagogías.
La UNESCO busca que se priorice el aprendizaje de la lectoescritura desde la perspectiva del aprendizaje a lo largo de toda la vida. La crisis reciente del COVID-19 constituyó un crudo recordatorio de la brecha existente entre el discurso político y la realidad: esta brecha existía ya antes del periodo de COVID-19 y tiene una repercusión negativa en el aprendizaje de los jóvenes y adultos disponen de pocas competencias en lectoescritura y que, en consecuencia, tienden a verse confrontados a diferentes inconvenientes.
Durante la crisis del COVID-19, en numerosos países, los programas de alfabetización de adultos han estado ausentes de los planes de respuesta educativa, de manera que la mayoría de los programas de alfabetización de adultos que existían ya habían sido suspendidos, y que solo algunos cursos se mantenían de manera virtual, mediante la radio y la televisión o los espacios al aire libre.