La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en 1996 este día para promover entre los países miembros la reflexión y el análisis sobre los problemas de intolerancia.
La Declaración de Principios sobre la Tolerancia, afirma que la tolerancia reconoce los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos. Asimismo, describe que "la tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos".
La tolerancia reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros. La gente es naturalmente diversa; sólo la tolerancia puede asegurar la supervivencia de comunidades mixtas en cada región del mundo. Sin tolerancia, la paz no es posible.
La ONU, asegura, y con razón, de que la injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia.
La educación es una herramienta importante y fundamental para luchar contra la exclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético. La diversidad de religiones, culturas, lenguas y etnias no debe ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos.
Los Gobiernos deben aplicar las leyes sobre derechos humanos, prohibir los crímenes y las discriminaciones contra las minorías y debe garantizar un acceso igualitario a los tribunales de justicia, a los responsables de derechos humanos y a los defensores del pueblo. La intolerancia nace a menudo de la ignorancia, del miedo a lo desconocido y de un sentido exagerado del valor de lo propio. Por eso, es necesario educar sobre el tema y enseñar la tolerancia y los derechos humanos a los niños.
La intolerancia es más peligrosa cuando se usa con fines políticos o territoriales. Se usan argumentos falaces, se manipulan los hechos y las estadísticas y se miente a la opinión pública. La mejor manera de combatirlo es promover leyes que protejan el derecho a la información y la libertad de prensa.
La intolerancia en la sociedad es la suma de las intolerancias individuales. Por eso, debemos examinar nuestro papel en el círculo vicioso que lleva a la desconfianza y violencia en la sociedad. Los problemas que nos afectan son cada vez más globales pero las soluciones pueden ser locales, casi individuales. Todos formamos parte de la solución. La no violencia puede ser una herramienta muy efectiva para enfrentar un problema, crear un movimiento, o demostrar solidaridad con las víctimas de la intolerancia.
La Onu recomienda 5 estrategias para combatir la intolerancia:
Luchar contra la intolerancia exige un marco legal
Luchar contra la intolerancia exige educación
Luchar contra la intolerancia requiere acceder a la información
Luchar contra la intolerancia requiere una toma de conciencia individual
Luchar contra la intolerancia exige soluciones locales
Desde 2003, nuestro país cuenta con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y a partir de 2004 con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), los cuales buscan resolver los actos, omisiones o prácticas sociales discriminatorias.