Influida por la profesión de sus padres estudió en la Escuela Nacional de Maestros. Ya como maestro comenzó a trabajar con niñas y niños de primaria y fue ahí donde ella desarrolló una tesis sobre los daños en la columna vertebral de los niños provocados por el mobiliario inadecuado, circunstancia que observó en sus alumnos.
Comenzó a interesarse por el comportamiento humano la llevó a estudiar Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) sin dejar su labor docente. Fue así como se convirtió en la primera mujer mexicana en titularse como arqueóloga. Años más tarde, se casó con el reconocido arqueólogo Román Piña Chan.
Maestra en Ciencias Antropológicas y doctora en Antropología por la UNAM, Barba Ahuatzin fue designada en 1962 para, junto con Julio César Olivé, diseñar e instalar la Sala de Introducción a la Antropología del Museo Nacional de Antropología.
Es importante mencionar su destacada participación en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, antiguo Museo Nacional, cuyas colecciones fueron enviadas para nutrir al entonces nuevo Museo Nacional de Antropología, en Chapultepec.
La propia investigadora emérita solía referir que, una vez trasladadas las colecciones arqueológicas, el edificio de Moneda No.13 se encontraba casi vacío, por lo que personal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público intentó ocuparlo y fue entonces que junto con otros investigadores del rellenaron nuevamente las vitrinas con materiales del archivo museístico, a fin de que ese espacio, de vocación cultural desde el siglo XIX, mantuviese su dinámica de investigación, conservación y difusión patrimonial.
Ella logró que diversos coleccionistas donaran o prestaran obras que permitieron comenzar con la integración del acervo del Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en el cual se desempeñó como subdirectora durante 13 años, a la vez que estuvo a cargo de la Sala de la Cultura China, entre 1972 y 1976.
Beatriz Barba Ahuatzi, investigó numerosos sitios arqueológicos, entre los que destacan: Tlatilco y el citado Tlapacoya, en el Estado de México. Su trabajo no sólo fue en el ámbito arqueológico, sino que también participó en importantes proyectos antropológicos, etnográficos y museográficos.
Fungió como Secretaria de Organización del Sindicato de Antropólogos del INAH y como Secretaria General de la Asociación Mexicana de Antropólogos Profesionales.
En las décadas de los 70 y 80, abordó estudios sobre la iconografía, las peregrinaciones y las romerías durante la época prehispánica. La producción académica de Beatriz Barba abarcó desde las culturas del mundo, hasta aspectos vinculados con las religiones y las prácticas esotéricas desde una perspectiva crítica. Asimismo, fue fundadora de la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas (AMCA), incansable profesora y referente de la cultura del país.
Falleció a los 92 años el 29 de enero de 2021.