La Declaración de Principios sobre la Tolerancia, afirma que la tolerancia reconoce los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos. Asimismo, describe que "la tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos".
La tolerancia reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros. La gente es naturalmente diversa; sólo la tolerancia puede asegurar la supervivencia de comunidades mixtas en cada región del mundo. Sin tolerancia, la paz no es posible.
La ONU, asegura, y con razón, de que la injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia.
La educación es una herramienta importante y fundamental para luchar contra la exclusión y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético. La diversidad de religiones, culturas, lenguas y etnias no debe ser motivo de conflicto sino una riqueza valorada por todos.
La ONU recomienda 5 estrategias para combatir la intolerancia
Desde 2003, nuestro país cuenta con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y a partir de 2004 con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), los cuales buscan resolver los actos, omisiones o prácticas sociales discriminatorias.