En ese tiempo, los mayas de Yucatán, que eran la gran mayoría, vivían prácticamente en el esclavismo ejercido por los criollos blancos, descendientes de españoles y quienes ostentaban el poder y la riqueza de la región.
Como en todo movimiento, entre la población maya existían caudillos, como Manuel Antonio Ay, quien fue aprehendido y ejecutado, hecho que fue el detonante para dar inicio a la Guerra de las Castas. Así como los procesos del cacique Cecilio Chi y del cacique Jacinto Pat.
Después del asesinato del caudillo maya, Cecilio Chi atacó a la población de Tepich y proclamó la muerte de toda la población blanca del poblado.
Este movimiento se extendió por toda la península de Yucatán y duró más de 50 años. Los expertos en el tema lo consideran como uno de los acontecimientos históricos más complejos de la historia de México.