Los videojuegos son una parte más de la vida diaria, tanto de los alumnos como de sus padres. Al menos una generación de adultos que hoy son ya padres crecieron con videojuegos en casa, por lo que podemos intuir que son un elemento común en los hogares de todo el mundo.
Al mismo tiempo han crecido muchas opiniones en contra y a favor. Lo que constantemente nos preocupa, como docentes y como padres de familia. La verdad es que tienen muchos beneficios, tales como el aumento de la concentración, mejoran la toma de decisiones e incluso aumentan el rango de visión. Aunque también pueden convertirse en una adicción, así que vigilar el uso es importante.
Esto generará ansiedad en los niños y adolescentes que seguramente estarán rodeados de compañeros que utilizan los videojuegos, por lo que socialmente podría significar mucha presión. Por otro lado, aquello que prohibimos se convierte en una tentación, así que los pequeños tendrán más dificultad para cumplir las reglas y generará mucha tensión en el ambiente.
Lo mejor es dejar claro un horario de uso, esto dejará muy bien limitado cuáles son las condiciones en las que está bien jugar y cuáles ya no, por ejemplo, usarlos un par de horas diarias, o dar un máximo de 10 horas a la semana, que pueden repartir como prefieran ellos, el tiempo máximo es algo que debes negociar con los adolescentes y establecer con los más pequeños.
Lo mejor es evitar que se jueguen por la noche, pues eso inhibirá el sueño y mantendrá activo al cerebro cuando debería comenzar su ciclo de sueño.
Algunos de los detractores más severos ante el uso de videojuegos son los que aseguran que debido a lo gráfico de sus contenidos y dinámicas son causa de un aumento en la violencia. La verdad es que, a pesar de lo violento del ambiente social, desde la aparición de los videojuegos no se ha registrado un alza en los números de violencia en el mundo, sino todo lo contrario.
Aunque sí existen algunos juegos que podrían ser inapropiados para los más jóvenes, la exposición a estos no es una causa de agresividad. No está de más vigilar la conducta de nuestros pequeños, ya que algo más en el ambiente les podría afectar. Así como verificar cuál es la edad recomendada de cada juego al que accede.
Depende de la consola y el videojuego, existen muchas opciones. Algunos son juegos colaborativos, por lo que tu hijo querrá conectarse para conversar y jugar con otros niños en línea, mientras que algunas consolas permiten el acceso a comunidades muy diversas. Algunos videojuegos requieren el pago de aditamentos extra para mejorar o subir de nivel y otros son por suscripción. Investiga qué requiere cada juego y cada consola y cuida la interacción que tienen tus hijos al interior de las comunidades virtuales.
Los videojuegos también son una oportunidad para convivir con tus pequeños y adolescentes, pídeles que te muestren sus juegos favoritos y averigua por qué les interesan tanto, esto te ayudará a conocer mejor sus habilidades y retos mientras que pasas tiempo de calidad con ellos. También puedes aprovechar y hacer una tarde convivencia con otros niños para que aprovechen y socialicen, así conoces a sus amigos y cómo se comportan en línea.
¿Tus pequeños son afines a los videojuegos? ¿Qué medidas usas para hacer un mejor uso en casa?